FRÁNCFORT, 22 abr (Reuters) - La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, trazó el miércoles la línea roja sobre lo que puede hacer la institución para ayudar a los países de la eurozona afectados por el virus, diciendo que prestar directamente a los Estados sería ilegal y que sería difícil entregar dinero en efectivo a los ciudadanos.
El BCE ha emprendido un plan de compra de 1,1 billones de euros (1,19 billones de dólares) en bonos -en su mayoría soberanos- este año para mantener barato el crédito a los Estados, los hogares y las empresas con dificultades por la pandemia. Asimismo, se ha comprometido a hacer aún más si fuera necesario.
Mientras el Banco de Inglaterra ya presta dinero a su propio Estado, los inversores han estado especulando sobre qué otros bancos centrales seguirían su ejemplo mientras el mundo se enfrenta a la peor recesión en casi un siglo.
Sin embargo, Lagarde trazó el límite de la compra directa de deuda a los Estados de la zona euro y echó un jarro de agua fría a la propuesta de repartir dinero a los hogares.
"Se ha entendido que los Tratados significan que la compra en el mercado primario de deuda pública, es decir, la financiación directa a los Estados, socavaría la capacidad de este objetivo de fomentar dicha política presupuestaria disciplinada", dijo en una carta a un miembro del Parlamento de la UE publicada el miércoles.
Esto sugiere que el BCE continuaría comprando bonos solo en el mercado secundario, aunque ello suponga que estaría cerca de atesorar una tercera parte de la deuda de países como Alemania y Portugal.
En declaraciones a otro miembro del Parlamento, Lagarde añadió que la idea de proporcionar efectivo directamente a la ciudadanía (un concepto conocido en los mercados como "dinero desde helicópteros") nunca ha sido abordada por los responsables del BCE y que las propuestas presentadas hasta ahora en el debate público carecen de concreción.
(Información de Balazs Koranyi y Francesco Canepa; traducido por Tomás Cobos)