MADRID (AP) — El club de fútbol con sede en la ciudad epicentro de la pandemia de coronavirus en China finalmente ha vuelto a casa, a casi de cuatro meses de partir para una gira de pretemporada y quedar varado en el extranjero.
Wuhan Zall regresó a casa este fin de semana, una vez que el gobierno levantó las últimas restricciones para desplazarse en la ciudad donde el brote de COVID-19 apareció a fines del año pasado.
Los casi 50 integrantes del plantel habían estado fuera desde el 2 de enero, cuando el equipo empezó sus entrenamientos para una temporada de la liga china que iba a comenzar en febrero, la cual eventualmente se suspendió.
La pretemporada del equipo arrancó en la ciudad china de Guangzhou, situada a unos 1.000 kilómetros (620 milllas) de Wuhan. Veinte días después, el club supo que iban a poder regresar a su base debido al virus. Wuhan puso fin a un confinamiento de 76 días a inicios de abril, permitiendo a la población trasladarse a diversos destinos en China.
Wuhan Zall había previsto entrenarse en el sur de España, a donde llegó a fines de enero. La presencia del club cerca de la ciudad de Málaga desató el temor de su población ante el avance del brote. Aunque había estado fuera de Wuhan durante casi un mes, los integrantes de la expedición debieron someterse a reiteradas pruebas en España hasta calmar las inquietudes por si estaban contagiados.
Ninguno de los jugadores dio positivo en España, pero su entrenador español José González mencionó que un familiar de uno de ellos falleció del virus en China. “Fue un merecido premio” para el equipo, dijo González.
El equipo debía salir de España a mediados de febrero, pero debió quedarse ante la gravedad de la situación en su ciudad. La intención era seguir entrenando en España hasta el final de marzo, pero cambiaron de planes otra vez cuando la situación en Europa se agravó. España se convirtió en uno de los países más golpeados por la pandemia y los directivos de Wuhan Zall decidieron que era hora de marcharse.
Fue lo que hicieron el 14 de marzo, día que el gobierno español declaró un estado de alarma y que todo el país tendría que acatar un confinamiento total para contener el brote. González mencionó entonces que la situación en China era “mejor” y lo prudente era irse de España lo más pronto posible.
El equipo se trasladó inicialmente a la ciudad de Shenzen, al tiempo que las restricciones en Wuhan persistían al momento de salir de España. El plantel tuvo que cumplir una cuarentena obligatoria al regresar a China.
Al cumplirse la cuarentena, Wuhan Zall se trasladó a la ciudad vecina de Foshan y finalmente regresó a casa el sábado.