El coronavirus causa la primera contracción del PIB trimestral chino desde que hay registros

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Una mujer usa su smartphone mientras camina por el Distrito Central de Negocios de Pekín en China, 17 de abril de 2020. REUTERS/Thomas Peter
Una mujer usa su smartphone mientras camina por el Distrito Central de Negocios de Pekín en China, 17 de abril de 2020. REUTERS/Thomas Peter

Por Gabriel Crossley y Kevin Yao

PEKÍN, 17 abr (Reuters) - La economía de China se contrajo por primera vez en casi tres décadas de registros en el primer trimestre, ya que el coronavirus paralizó la producción y el gasto, lo que aumenta la presión sobre las autoridades para que hagan más para detener la creciente pérdida de empleos.

El producto interior bruto (PIB) cayó un 6,8% en enero-marzo en comparación con el mismo periodo de 2019, según mostraron los datos oficiales publicados el viernes, un descenso mayor que la caída del 6,5% prevista por los analistas. En el cuarto trimestre del año pasado la economía china creció un 6%.

Se trata de la primera contracción en la segunda economía más grande del mundo desde al menos 1992, cuando comenzaron los registros oficiales trimestrales del PIB.

El resquicio de esperanza fue un descenso mucho menor de lo esperado en la producción de las fábricas en marzo, lo que sugiere que los esfuerzos para reiniciar partes de la economía desde febrero están funcionando.

Sin embargo, los analistas dicen que Pekín se enfrenta a una batalla ardua para reactivar el crecimiento, ya que la propagación mundial del virus ha desbaratado la demanda de los principales socios comerciales, mientras que el consumo interno también sigue bajo presión.

"Los datos del PIB del primer trimestre todavía están en gran medida dentro de las expectativas, que reflejan el coste del estancamiento económico cuando toda la sociedad se encontraba en una situación de confinamiento", dijo Lu Zhengwei, economista jefe de Industrial Bank, con sede en Shangái.

"En la siguiente fase, la falta de demanda general es preocupante. La demanda interna no se ha recuperado totalmente, ya que el consumo relacionado con las reuniones sociales sigue estando prohibido, mientras que es probable que la demanda externa se vea afectada por la propagación de la pandemia".

En términos intertrimestrales, el PIB cayó un 9,8% en los tres primeros meses del año, según la Oficina Nacional de Estadística, justo por encima de las expectativas del mercado, que preveía una contracción del 9,9%, y en comparación con el crecimiento del 1,5% del trimestre anterior.

El portavoz de la Oficina de Estadísticas, Mao Shengyong, dijo en una rueda de prensa después de los datos que se espera que el rendimiento económico de China en el segundo trimestre sea mucho mejor que en el primero.

Sin embargo, la debilidad del consumo interno, que ha sido el mayor impulsor del crecimiento, sigue siendo motivo de preocupación, ya que las rentas disminuyen y el resto del mundo entra en recesión.

La renta disponible per cápita, después de ajustarse a la inflación, cayó un 3,9% con respecto al año anterior en el primer trimestre, según mostraron los datos.

"Estamos indecisos a la hora de valorar si esto es solo un acontecimiento de un trimestre, porque el segundo trimestre también será probablemente más bajo de lo esperado", dijo Ben Luk, analista de State Street Global Markets en Hong Kong.

"Para compensar la debilidad de la demanda externa, veremos alguna medida de ayuda económica a finales de este mes o principios de mayo".

La producción industrial cayó menos de lo esperado, un 1,1% en marzo con respecto al año anterior. Sin embargo, los desafíos en materia de consumo se pusieron de relieve con una caída del 15,8% de las ventas al por menor, que fue mayor de lo esperado. La formación de capital fijo o inversión cayó un 16,1% en enero-marzo con respecto al año anterior.

Los inversores y los dirigentes económicos todo el mundo están observando de cerca el tiempo que China precisa para recuperarse de la conmoción causada por el virus, en un momento en que Estados Unidos y otros países afectados empiezan a considerar la posibilidad de una reapertura cautelosa de sus economías.

"Mientras existan estrictas medidas de distanciamiento social, la recuperación de la actividad será muy lenta, y esto se reflejará en el consumo", dijeron los analistas de ING en una nota.

IMPACTO DE LA PANDEMIA

Las previsiones de los economistas en cuanto al PIB del primer trimestre habían variado mucho, dadas las numerosas incertidumbres en torno a las repercusiones económicas y sociales de la pandemia en China.

El virus ha infectado a más de 2 millones de personas en todo el mundo y ha matado a más de 140.000. China, donde el virus surgió por primera vez, ha registrado más de 4.000 muertes —según datos revisados al alza el viernes—, aunque las nuevas infecciones han disminuido considerablemente desde su pico.

La estabilidad social de sus 1.400 millones de ciudadanos, millones de los cuales emigran cada año de las zonas rurales a las ciudades para encontrar trabajo, es una de las principales preocupaciones de los dirigentes económicos.

La tasa de desempleo urbano se redujo al 5,9% en marzo, frente al 6,2% en febrero, lo que sugiere que el dolor del mercado laboral aún no se refleja en las cifras oficiales.

Sin embargo, los analistas advierten de la pérdida de casi 30 millones de puestos de trabajo este año debido a la titubeante vuelta al trabajo y la caída de la demanda mundial, lo que superaría a los más de 20 millones de despidos registrados durante la crisis financiera de 2008-09.

PAQUETE DE RESCATE

Los líderes de China, obsesionados por la estabilidad, han prometido más medidas para combatir la contracción, pero son conscientes de las lecciones aprendidas en 2008-09, cuando unas medidas masivas de estímulo cargaron a la economía con montañas de deuda.

El mes pasado, el Politburó del Partido Comunista, en el poder, dijo que estaba contemplando medidas como más bonos especiales de las administraciones locales y bonos especiales del Tesoro.

"Esperamos que Pekín entregue pronto un gran paquete de estímulos para combatir la peor recesión en décadas, y la mayor parte de la financiación la proporcionaría el PBOC (Banco Popular de China)", dijo Ting Lu, economista jefe de China en Nomura, en una nota.

El PBOC ya ha flexibilizado la política monetaria para ayudar a liberar el crédito a la economía, pero su flexibilización hasta ahora ha sido menos agresiva que durante la crisis financiera".

China ha recortado varios tipos de interés de referencia en los últimos meses y se espera que vuelva a bajar su tasa principal el lunes en su reunión mensual sobre costes monetarios. Los reguladores también han animado a los bancos a ofrecer préstamos baratos a los sectores más afectados y a tolerar el pago tardío de los préstamos.

El Gobierno también se apoyará en un mayor estímulo fiscal para estimular la inversión en infraestructuras y el consumo, lo que podría llevar el déficit presupuestario de 2020 a un nivel récord.

(Información de Lusha Zhang, Kevin Yao and Gabriel Crossley; traducido por Tomás Cobos)

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