NUEVA YORK (AP) — Está contribuyendo a luchar contra el coronavirus, pero podría ser expulsado de Estados Unidos.
Edison Suasnavas es un ecuatoriano especialista en oncología molecular, que puede trabajar gracias a DACA, un programa de alivio migratorio temporal para personas que fueron traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños o que llegaron con sus familias al país, pero tienen visados que expiraron.
La Corte Suprema estadounidense, sin embargo, podría eliminar el programa este año.
Así que ahora, en plena pandemia de coronavirus, el ecuatoriano de 33 años se encuentra no sólo en la lucha para ayudar a pacientes de cáncer que podrían sufrir complicaciones serias si contraen el coronavirus, sino que además, hablando en conferencias telefónicas y participando en campañas, lucha por mantener vivo el programa de alivio migratorio, conocido como DACA.
“Tengo la esperanza de que historias como la mía lleguen a oídos de los jueces (de la Corte Suprema)”, dijo Suasnavas, que vive en Utah. “Estamos en una guerra contra un enemigo invisible (el coronavirus). Ahora la comunidad médica necesita la mayor ayuda posible. Inmigrantes como nosotros podemos ayudar”.
Suasnavas analiza en un laboratorio clínico muestras de sangre de la medula ósea, líquido ocular y hasta pedazos de huesos de pacientes con cáncer para ver sus mutaciones. Después habla con patólogos para reportarles esa información y que se pueda decidir el tipo de medicina que necesita el paciente.
“Ahorita es muy importante que sigamos haciendo este trabajo porque los pacientes de cáncer tienen el sistema inmunológico más comprometido, por eso tenemos que ir rapidito”, dijo en referencia al peligro de que pacientes de cáncer contraigan el coronavirus.
Suasnavas fue llevado a Estados Unidos por sus padres cuando tenía 13 años. En la universidad se graduó en Biología y Biotecnología y realizó un máster en la Universidad estatal de Utah en Biología Molecular.
Está casado con una mexicana y tiene dos hijos pequeños.
El gobierno del expresidente Barack Obama creó el programa llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), en 2012 para ofrecer números de seguridad social, permisos de trabajo y protección de la deportación a jóvenes que en muchos casos no tienen casi recuerdos de sus países natales porque llevan muchos años en Estados Unidos.
Se calcula que DACA protege a más de 660.000 jóvenes en el país, que son conocidos como “dreamers”.
El gobierno de Donald Trump asegura que el programa es ilegal porque Obama no tenía la autoridad para adoptarlo. Los que se oponen a la iniciativa aseguran que sirve para premiar a gente que ha infringido la ley.
Trump ordenó su finalización en 2017 pero varias demandas para mantenerlo vivo evitaron que desapareciera de forma inmediata. El caso fue tomado finalmente por la Corte Suprema.
Mientras lucha para que el programa sobreviva, Suasnavas espera a que quizás le llamen de otro laboratorio clínico donde se analizan muestras de pacientes de coronavirus.
“En tu mano está la vida de un paciente y tú puedes ayudar a que ellos se mejoren lo más pronto posible”, explicó. “En este caso, que se protejan lo más pronto posible del virus”.
Y al mismo tiempo participa en ruedas de prensa y conferencias telefónicas de grupos que defienden DACA.
“Lucharé hasta el final”, indicó.