BOGOTÁ (AP) — Nadie entra y nadie sale de “Corabastos”, la central de alimentos más grande de Colombia.
Para desinfectarla en medio de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus, el lugar fue cerrado por dos días. El proceso de limpieza que inició el viernes suele ocurrir tres jornadas por año, pero --según su gerente, Mauricio Parra-- se decidió que se hiciera en este momento para prevenir mayor dispersión del virus en el país.
Colombia registra 2.223 contagios, 69 fallecidos y 174 recuperaciones. La ciudad más afectada es Bogotá, con 1.029 casos.
Al menos 200 hombres participan en la operación. Divididos en cuatro cuadrillas, guardan al menos un metro de distancia entre sí y se movilizan armados con tapabocas, guantes, escobas y trajes antibacteriales. Además, reciben el apoyo de tanquetas de policía --que disparan chorros de agua-- y tres mezcladores de cemento cuyo interior fue adaptado para resguardar cientos de litros de jabón.
El complejo cuenta con 57 bodegas que abarcan un área de 420.000 metros cuadrados.
Diariamente hay unas 200.000 personas --entre proveedores, transportistas, vendedores y compradores-- que acuden a la central, por lo que la medida de limpieza y desinfección busca darles tranquilidad en medio de la emergencia sanitaria, dijo Parra.
Entre otras medidas del gobierno para enfrentar al COVID-19, el presidente Iván Duque decretó una cuarentena obligatoria de 19 días que se cumpliría de este lunes, pero luego se amplió hasta el 27 de abril.
“Corabastos” fue inaugurada en 1972 y se ubica al suroccidente de Bogotá. Todos los días, unas 13 mil toneladas de alimentos se mueven a través de sus pasillos. El producto que más se comercializa es la papa, que representa un 26% del mercado, lo que equivale a unas 1.700 toneladas.
También sobresalen productos como cebollas, arvejas, mazorcas y zanahorias. Las frutas representan el 25% --siendo el plátano el más importante-- mientras que los granos y procesados constituyen el 8% y los huevos y lácteos el 2%.
Los departamentos que mayor volumen de alimentos aportan son Cundinamarca, Boyacá y Meta.
Carlos Contreras, de 49 años, es dueño de un pequeño camión que lleva más de 26 años trabajando de madrugada para transportar diferentes productos como cebolla, papa y zanahoria desde la población de Gachacinpá, al norte de Colombia.
“Esto es una buena medida. Primero, por higiene; segundo, porque le puedo hacer mantenimiento a mi vehículo”, dijo a la AP. Sin embargo, aclara, lo más es importante es la vida. “Hay que preservar la vida y la salud en este momento tan difícil que es el coronavirus. El dinero puede esperar, pero la vida hay que mantenerla”.
Para Jorge Aguilar, dueño de una tienda de víveres y frutas de 43 años que vive en la población de Tocancipá, al norte de la ciudad, el cierre temporal del centro de acopio no le perjudica porque se abasteció de alimentos con anterioridad. “Ya era hora que hicieran esa limpieza, para el bien de las personas que trabajan allá, para nosotros los compradores”, dijo. “Con eso ganamos todos, y el único perdedor fue el coronavirus, que lo están combatiendo”.
El miércoles la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez aseguró que se cuenta con abastecimiento de alimentos para los próximos tres meses y que en 23 centrales de alimentos en todo el país hay suficientes productos para todos los colombianos.