Aplausos y cantos en Italia y España; en EEUU salen a aullar

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DENVER (AP) — Comienza con algunas personas soltando algunos gañidos. Luego, los vecinos salen de sus casas y se unen, formando un coro de aullidos y gritos que atraviesa el crepúsculo para terminar un día más de monótono aislamiento forzado.

Desde California hasta Colorado, Georgia y el estado de Nueva York, los estadounidenses se toman un momento cada noche a las 8 de la noche para aullar, un ritual que se ha difundido rápidamente y se ha convertido en una respuesta desgarradora de una sociedad separada por la pandemia de coronavirus.

Aúllan para agradecer a los trabajadores de sanidad, de la misma manera que en Italia y España les brindan aplausos y les cantan desde los balcones. Otros lo hacen para reducir su dolor, aislamiento y frustración. Algunos tienen otras razones, como mostrar apoyo a las personas sin hogar.

En Colorado, el gobernador Jared Polis alentó a los residentes a participar. También participan niños que extrañan a sus compañeros de clase, y hasta algunos perros se unen, y sus aullidos se mezclan con los fuegos artificiales ocasionales y los sonidos de bocinas y campanas.

“La mayoría de las personas lo intentan y les encanta escuchar aullidos en respuesta”, dijo Brice Maiurro, poeta, narrador y activista que trabaja en National Jewish Health.

El aullido nocturno es una afirmación primordial que brinda un lugar estelar a cada noche al declarar colectivamente que prevaleceremos, dijo el doctor Scott Cypers, director de los programas sobre estrés y ansiedad del Centro de Depresión Helen y Arthur E. Johnson del Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado. Es una forma de recuperar parte del control que hemos tenido que ceder debido al aislamiento social forzado provocado por el coronavirus, dijo Cypers.

“El impacto del virus es muy diferente para todos, y esta es una manera de protestar y expresarlo de manera ruidosa”, dijo Cypers. “Los niños, por otro lado, realmente están disfrutando esto”, agregó.

Maiurro y su pareja Shelsea Ochoa, una activista callejera y artista, formaron el grupo de Facebook Go Outside and Howl (Sal y aúlla), que ya tiene casi medio millón de miembros en todo Estados Unidos.

Los trabajadores de la salud agradecen el gesto de apoyo.

Jerrod Milton, vicepresidente senior de operaciones en el Hospital Infantil de Colorado, se asoma todos los días a las 8 de la noche. “No solo me inspira solidaridad y aprecio, sino que también me hace reír”.

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