Cientos de correos electrónicos que detallan los esfuerzos de los Saints de Nueva Orleans para minimizar el daño para la arquidiócesis de la Iglesia católica de la región en medio de una crisis de abuso sexual deberían permanecer resguardados del público, recomendó una funcionaria de la corte.
La delegada de la corte Carolyn Gill-Jefferson presentó su recomendación tres meses después de que The Associated Press solicitó la liberación de los correos confidenciales por considerarlos de interés público. Los correos electrónicos son parte de la demanda contra la Iglesia y será el juez de caso quien tome la decisión final.
La publicación de los mensajes sólo “avergonzaría o podría bajo el escrutinio público” a aquellos que trataron de ayudar a la arquidiócesis de Nueva Orleans mientras buscaban sortear las repercusiones por la crisis de abuso sexual cometido por el clero, escribió Gill-Jefferson en un documento de cinco páginas.
La jueza jubilada coincidió con los líderes de la Iglesia y con los Saints en que las comunicaciones fueron privadas, y argumentó que “el intercambio de información durante el hallazgo debe mantenerse en los límites del litigio y fuera de la vista del público”.
Los abogados de cerca de dos docenas de hombres que demandaron a la Iglesia han alegado que los correos demuestran que el equipo de la NFL, cuya dueña es una devota católica, ayudó a la Iglesia en su “patrón y práctica de encubrir los crímenes”.
Uno de los abogados, Richard Trahant, dijo que presentará una objeción a la recomendación de Gill-Jefferson, la cual no ha sido adoptada por el juez que preside la demanda. Se desconoce en qué momento el juez dará su fallo al respecto.
Los Saints han dicho que no tienen nada que ocultar y que el equipo no se opone a que los correos se hagan públicos en una etapa posterior del litigio.
El equipo reconoció haber aconsejado a los líderes de la Iglesia en el manejo de la atención mediática tras la publicación en 2018 de una lista de 50 clérigos “con acusaciones creíbles” de abuso sexual.
Los Saints tienen una estrecha relación con la arquidiócesis, y el arzobispo de Nueva Orleans, Gregory Aymond, es amigo cercano de la dueña Gayle Benson, quien heredó a los Saints y los Pelicans de la NBA cuando su esposo falleció en 2018.