El debut de Scott McLaughlin en una carrera real de la IndyCar está aplazado por la pandemia de coronavirus. Pero el campeón de la serie australiana V8 Supercars no permite que ello le impida conocer la sensación del triunfo, al menos en el ámbito virtual.
McLaughlin ganó el sábado una carrera de IndyCar en la modalidad de videojuegos. El escenario generado por computadora para esta competición fue el Barber Motorsports Park de Alabama.
Se trata de la segunda carrera virtual de la temporada, en un intento de la serie por crear contenido durante la parálisis mundial del deporte.
McLaughlin conduce para Roger Penske en Australia. El dueño de la escudería planeaba darle al neozelandés la oportunidad de debutar en mayo, en el Indianapolis Motor Speedway.
Ese plan quedó en veremos el mes pasado. La carrera en el circuito callejero ha sido pospuesta para el 4 de julio, una fecha que Penske considera ahora un tanto precipitada para la aparición de McLaughlin.
El piloto, al igual que Jimmie Johnson _siete veces campeón de la NASCAR_, fue invitado por la IndyCar para participar en la iRacing Series, que busca divertir a los fanáticos con competiciones virtuales durante el parón.
McLaughlin tuvo que levantarse a las 2 de la madrugada en Brisbane, Australia, para competir en su simulador.
“Comencé con el iRacing hace 10 años, y era lo mejor que había hecho”, contó McLaughlin. “Para un aspirante a piloto, vale la pena invertir en tu futuro. Ésta ha sido una herramienta asombrosa para mí, y es muy divertida”.
Superó a Will Power, piloto de la escudería Penske, quien es australiano, pero compitió desde su casa en Carolina del Norte.
NBC Sports transmitió la carrera en su canal de cable con su grupo habitual de comentaristas: Leigh Diffey, Townsend Bell y Paul Tracy, todos por teléfono desde sus respectivas casas.