NUEVA YORK (AP) — Los científicos ofrecieron el miércoles mayor evidencia de que personas aparentemente saludables que no presentan síntomas pueden propagar el coronavirus, y el gobierno de Estados Unidos emitió nuevos lineamientos para advertir que cualquier persona que haya sido expuesta a la enfermedad puede ser considerada como portadora.
Un estudio publicado por investigadores en Singapur se convirtió en el más reciente en calcular que alrededor del 10% de las nuevas infecciones podrían ser causadas por personas que portan el virus pero que aún no presentan síntomas similares a los de la influenza.
En respuesta a ese y otros estudios, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) cambiaron la definición de riesgo de contagio para estadounidenses. Las nuevas directrices de la agencia van dirigidas a personas que no presentan síntomas pero que estuvieron expuestas a otras con posibles infecciones o con casos confirmados. Básicamente señala que cualquiera puede ser portador, con o sin síntomas.
Los hallazgos complican las labores para controlar la pandemia y refuerzan la importancia del distanciamiento social y otras medidas diseñadas para frenar el contagio, indicaron los expertos.
“Debes ser realmente proactivo en la reducción de contactos entre personas que lucen perfectamente saludables”, dijo Lauren Ancel Meyers, investigadora de la Universidad de Texas, campus Austin, quien ha estudiado la transmisión del coronavirus en distintos países.
La CDC publicó en internet el más reciente estudio. Se centra en 243 casos de coronavirus que fueron reportados en Singapur entre mediados de enero y mediados de marzo, incluyendo 157 infecciones entre personas que no habían viajado recientemente. Los científicos descubrieron que las personas asintomáticas dispararon el número de casos en siete focos de infección, lo que representa alrededor del 6% de las infecciones adquiridas de manera local.
Una de esas infecciones fue particularmente notoria: Una mujer de 52 años resultó contagiada tras sentarse en la butaca de una iglesia que había sido ocupada previamente por dos turistas que no mostraron síntomas pero que enfermaron posteriormente, comentaron los investigadores tras revisar las grabaciones de circuito cerrado del templo.
Un estudio previo que se centraba en China, donde se identificó al virus por primera vez, insinuaba que más del 10% de las transmisiones fueron de personas que estaban infectadas pero que aún no enfermaban.
Se cree que las personas aparentemente saludables que pueden transmitir el virus encajan en tres categorías: presintomáticas, que no tienen síntomas pero desarrollan la enfermedad un par de días después; asintomáticas, que nunca desarrollan síntomas; y postsintomáticas, que se recuperaron de la enfermedad pero siguen siendo contagiosas. Los estudios en China y Singapur se basaron en infecciones presintomáticas.
Aún se desconoce cuántas infecciones son causadas por cada tipo de persona, indicó Meyers, quien no estuvo involucrada en el estudio de Singapur, pero fue parte del realizado en China.
Funcionarios de los CDC señalan que han investigado las infecciones asintomáticas y presintomáticas, pero que no se han completado los estudios.
En una entrevista realizada el martes con una estación radiofónica de Atlanta, el director de los CDC, el doctor Robert Redfield, calculó que el 25% de los infectados podrían ser asintomáticos. No está claro en qué se basó dicho estimado o si incluía a personas presintomáticas o postsintomáticas. La AP solicitó información adicional a los CDC, pero la agencia no proporcionó esos detalles.
Los comentarios de Redfield fueron en respuesta a una pregunta sobre si la agencia recomendará que las personas que lucen saludables utilicen mascarillas al salir. Dijo que la dependencia está revisando sus directrices y analizando los estudios en Singapur, China y otros países, antes de tomar una decisión.
El gobernador de California Gavin Newsom dijo esta semana que planeaba anunciar nuevas normativas estatales sobre el uso de mascarillas.
Utilizar bufandas o mascadas para cubrir nariz y boca “no necesariamente te va a proteger, pero si portas la enfermedad, podría reducir las transmisiones”, dijo Carl Bergstrom, biólogo evolutivo de la Universidad de Washington dedicado al estudio de nuevas enfermedades infecciosas.
En los primeros meses de la pandemia, las autoridades de salud basaron su respuesta en la creencia de que la mayoría de los contagios provenían de personas que tosían o estornudaban gotas de saliva que contenían el virus.
Otro tipo de coronavirus fue el responsable del síndrome respiratorio agudo grave, o SARS, que se identificó por primera vez en Asia y provocó un aterrador, pero relativamente breve, brote internacional que nunca se propagó de manera tan extensa como este nuevo virus.
Aunque se descubrieron algunas infecciones asintomáticas, no hay evidencia de que alguna de ellas propagó la enfermedad. Debido a que las personas con síntomas eran las que propagaban la enfermedad, las autoridades de salud podían enfocarse en ellas y podían aislar de mejor manera a las personas infectadas para contener el brote.
“Era mucho, mucho más sencillo” de contener, dijo Bergstrom. Con el nuevo coronavirus, “claramente tenemos transmisiones asintomáticas y presintomáticas”, añadió.
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