La operación europea Irini sucederá a Sophia para controlar embargo en Libia

La operación naval Irini sucederá a la misión Sophia en curso en el Mediterráneo central para controlar el embargo de armas en Libia, acordaron este jueves los países de la Unión Europea (UE), tras semanas de tensas discusiones.

"Hay acuerdo. El procedimiento [de adopción formal por escrito] se iniciará muy probablemente mañana. El nombre es Irini", indicó a la AFP una fuente diplomática, en referencia a la nueva operación cuyo nombre significa "Paz" en griego.

Según otra fuente diplomática, el nombre en griego de la operación, bautizada previamente como Irene, se debe a que Grecia aceptó ser el puerto de desembarco de los eventuales migrantes que los buques de la operación socorran en el mar.

El desembarque era uno de los últimos escollos. La cuestión ya dejó en 2019 sin barcos a la actual misión Sophia, por la negativa del entonces gobierno italiano, una coalición de ultraderechistas y antisistema, de abrir sus puertos.

El actual canciller italiano, Luigi di Maio, cuyo partido antisistema gobierna en coalición con los socialdemócratas, reiteró el lunes esta posición, pero asegurando que su país no puede abrir sus puertos ya que debe lidiar con el nuevo coronavirus.

El terreno de operaciones de Irini, que tendrá como mandato principal el control del embargo de armas a Libia se situará, no obstante, frente a las costas del este del país mediterráneo, lejos de las rutas usadas por los traficantes de migrantes.

El desplazamiento de la misión hacia el este permitió que Austria y Hungría levantaran sus reticencias, ya que ambos países temían un "efecto llamada" de migrantes si los barcos volvían a patrullar en la zona situada entre Libia e Italia.

Aunque Irini no tendrá como mandato el rescate de migrantes, el derecho del mar obliga a socorrer a barcos en dificultades. A cambio de abrir sus puertos, Grecia consigue que su acogida se financie con fondos europeos, según una de las fuentes.

Irini debe suceder a Sophia, lanzada en 2015, a finales de marzo. Libia vive sumida en el caos desde que una revuelta apoyada por la OTAN acabara en 2011 con la muerte del dictador Muamar Gadafi. Dos autoridades se disputan actualmente el poder.

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