Por Jason Lange
WASHINGTON, 25 mar (Reuters) - Las dificultades financieras causadas por el brote de coronavirus podrían ser particularmente duras para los afroamericanos y los latinos de Estados Unidos, echando por tierra las promesas económicas con las que el presidente Donald Trump había intentado acercarse a estos colectivos electorales clave de cara a los comicios presidenciales del 3 de noviembre.
Ante las restricciones que están afectando a todos los estados del país debido a las órdenes de autoridades y empresas de cerrar, los afroamericanos y los latinos son particularmente vulnerables ya que realizan trabajos que no pueden hacer desde casa con mayor frecuencia que otros sectores de la población estadounidense.
"Esto haría que acusen con más severidad una parálisis prolongada de la economía por el coronavirus", dijo Jay Shambaugh, economista de la Casa Blanca durante la Administración del expresidente demócrata Barack Obama.
Los datos del Departamento de Trabajo muestran que sólo el 19,7% de los afroamericanos y el 16,2% de los hispanos dijeron que podían trabajar desde sus casas en 2017 y 2018, en comparación con el 29,9% de los estadounidenses blancos.
Los datos más recientes de la cartea sobre las prestaciones por desempleo mostraron un incremento de las nuevas solicitudes a nivel nacional, en un momento en el que muchos estados están registrando despidos en áreas del sector servicios tales como los de la hostelería y la restauración, según un informe del 19 de marzo.
Se trata de sectores en los que los afroamericanos y los latinos integran una proporción mayoritaria de la fuerza de trabajo, habiendo algunos hoteles en los que ambos grupos poblacionales constituyen casi la mitad de la plantilla.
Mientras que la gran mayoría de afroamericanos e hispanos desaprueban a Trump por su política migratoria y su concepción de las relaciones raciales, la campaña de Trump se ha volcado en dichos grupos con la esperanza de recabar un número de votos suficiente que le permita imponerse en aquellos estados decisivos en los que la contienda electoral podría decidirse por márgenes muy estrechos.
Afroamericanos y latinos constituyen alrededor de una cuarta parte de los votantes que acudirán a las urnas en noviembre, un poco más que en las elecciones de 2016, según el Pew Research Center. Sus votos podrían ser clave en estados decisivos como Michigan, Pensilvania y Florida, que contribuyeron al triunfo de los republicanos en 2016.
Pero la crisis sanitaria, que ahora ha desembocado en una crisis económica en toda regla, le ha costado a la campaña su principal apuesta: que una economía al alza y tasas de desempleo récord para afroamericanos e hispanos son razones suficientes para votar a Trump.
El apoyo a Trump ha aumentado durante la última semana entre todos los estadounidenses, incluidos los afroamericanos y los latinos, lo cual sugiere que probablemente su gestión de la crisis le vaya a proporcionar cierto rédito político.
Sin embargo, sólo uno de cada cinco afroamericanos y cerca de uno de cada tres latinos aprobaron la labor que está desarrollando como presidente, aproximadamente el mismo nivel que lo apoyaba cuando asumió el cargo, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada entre el 18 y el 24 de marzo.
Tras restarle importancia al brote de coronavirus en un primer momento, Trump ha adoptado medidas más contundentes durante los últimos días, recomendando a los estadounidenses que eviten las grandes aglomeraciones y celebrando reuniones informativas sobre la crisis con regularidad.
(Información de Jason Lange desde Washington; información adicional de Chris Kahn desde Nueva York; escrito por Soyoung Kim y Peter Cooney; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)