NUEVA YORK (AP) — No duden que Pearl Jam todavía nos pueda sorprender en 2020. Los dioses rockeros de Seattle han hecho un álbum que no sabíamos que necesitábamos.
“Gigaton” (Monkeywrench/Republic Records) es una colección fascinante y ambiciosa de 12 canciones con un sonido más limpio y definido, lleno de texturas interesantes coronadas por la voz aún indignada de Eddie Vedder.
Muchas canciones cambian de velocidad y mutan hasta convertirse en algo más antes de terminar, como su el grupo no se hubiese cansado de probar algo diferente. El resto de la banda también cambió de instrumentos en su 11o álbum de estudio y el primero en siete años.
“Gigaton” es la primera coproducción de la banda con Josh Evans, quien trabajó previamente con Soundgarden y Chris Cornell. Evans les ayudó a lograr más experimentación, a diferencia de su último álbum de estudio “Lightning Bolt”, que resultó menos definido.
El primer sencillo, “Dance of the Clairvoyants”, es una de las canciones más emocionantes de Pearl Jam en décadas, en la que el guitarrista Stone Gossard toca un bajo pesado, el bajista Jeff Ament muestra sus habilidades con los riffs de la guitarra y la voz de Vedder está en su estado más volátil, explotando fuera de la base de la canción.
“Alright” es una excelente canción espacial con un toque de Peter Gabriel y “Comes Then Goes” es una balada acústica para un amigo perdido. Gossard canta la terriblemente desconcertante canción de cuna “Buckle Up” y el baterista Matt Cameron brilla en “Take the Long Way” mostrando su poder como si fuera una banda de trash.
Los temores sobre el medioambiente son un tema recurrente el álbum que será lanzado el viernes, Vedder canta sobre el aumento del nivel del mar y una Tierra turbulenta. “No se pueden ocultar mentiras/ en los anillos (del tronco) de un árbol”, canta en “Alright”. La portada muestra un glaciar noruego del que salen cascadas y el título de “Gigaton” (gigatón) se suele usar para medir las emisiones humanas de dióxido de carbono.
El desencanto de la banda con la política actual también queda en evidencia: Vedder canta en uno de los temas que “el gobierno prospera en el descontento” y en “Never Destination” menciona “la colusión que se esconde a plena vista”.
Donald Trump es directamente mencionado una vez en “Quick Escape”, una tonadilla rockera sobre buscar un lugar, cualquier lugar— Marruecos, Zanzíbar, o incluso Marte — que el presidente no haya destruido. En otra canción califica al presidente con una grosería.
Pero a pesar de los temores, también hay gran esperanza en “Gigaton” y Vedder da ánimos para la resistencia. “Nada hacia los lados desde esta corriente y no te desalientes”, aconseja en “Seven O'Clock” y agrega: “Este no es momento para la depresión”. Mientras que en la rockera y directa “Superblood Wolfmoon” dice: “No permitas la desesperanza /Enfócate en tu concentración/He esperado que nuestra esperanza sea lo último en morir”.
El álbum termina con la triste “River Cross” en la que el lado que está en lo correcto lo tienen agarrado del cuello y es minoría. Pero afirman que ganarán: “Comparte la luz/no nos controlarán”, canta Vedder prácticamente llorando, como en una oración. En cuanto a nosotros, sólo nos queda agradecer a Dios que están de regreso.
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Mark Kennedy está en Twitter como http://twitter.com/KennedyTwits