Bélgica, Estonia, Francia, Alemania, acompañadas por primera vez después del Brexit por el Reino Unido, denunciaron el jueves en la ONU los últimos lanzamientos de misiles balísticos por Corea del Norte.
En una declaración común, esos países se dijeron "profundamente preocupados" por los disparos realizados el 1 de marzo. Desde mayo de 2019, Pyongyang llevó a cabo 14 pruebas de misiles balísticos.
"Condenamos estas acciones provocadoras" que "minan la estabilidad y la seguridad regionales, al igual que la seguridad y la paz internacionales", agregaron, denunciando "una clara violación" de las resoluciones de Naciones Unidas.
"Es vital que el Consejo de Seguridad se asegure de la aplicación plena de estas resoluciones y que sus sanciones permanezcan", señalaron estos cinco integrantes del organismo tras una reunión a puertas cerradas del Consejo reclamada por Berlín, París Y Londres.
China y Rusia propusieron a fines de diciembre a sus socios del Consejo de Seguridad flexibilizar algunas de las sanciones impuestas a Pyongyang, como la prohibición de comprarle productos textiles y pesqueros, con el fin de permitir un relanzamiento de las negociaciones con Estados Unidos, actualmente estancadas. Esa propuesta nunca fue sometida a votación en el organismo.
Los norcoreanos "tienen la obligación de no proceder al lanzamiento de misiles balísticos y es incomprensible que lo haga un gobierno cuya población sufre", dijo el embajador alemán ante la ONU, Christoph Heusgen, a periodistas.
Pyongyang "gasta dinero en misiles que caen en el mar en vez de alimentar a su propia población", agregó.
Corea del Norte disparó el lunes dos proyectiles, casi con seguridad misiles balísticos de corto alcance, unas semanas después de haber puesto fin a su moratoria de lanzamiento de misiles de largo alcance y de haber amenazado con probar "una nueva arma estratégica".
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