EL CAIRO, Egipto (AP) — Egipto realizó el miércoles un funeral militar con plenos honores para el expresidente autocrático del país Hosni Mubarak, quien gobernó durante casi tres decenios antes de ser derrocado por protestas populares durante la Primavera Árabe, que sacudió la región en 2011.
El funeral, que incluyó salvas de cañones y un automóvil de caballos llevando su féretro, resaltó la carrera militar de Mubarak. Es parte de un esfuerzo del gobierno para resaltar su carrera militar, en lugar de su tiempo en la presidencia.
El presidente Abdel Fattah el-Sissi asistió brevemente, ofreciendo condolencias y estrechando las manos de los dos hijos de Mubarak, Alaa y Gamal y su esposa, Suzanne.
El cadáver de Mubarak fue colocado en una tumba en el cementerio de su familia en Heliópolis, un elegante distrito de El Cairo en el que Mubarak residió durante la mayor parte de su tiempo en la presidencia y hasta su fallecimiento.
La televisión estatal, en tanto, mantuvo cobertura en vivo de la ceremonia y mostró video de Mubarak en sus años jóvenes, elogiándolo por su papel como comandante de la fuerza aérea durante la guerra de 1973 contra Israel. Más adelante, como presidente, Mubarak solidificó la paz con su otrora enemigo.
Realizar un funeral con honores militares plenos generó controversia entre muchos egipcios en las redes sociales, quienes apuntaron a su convicción por corrupción tras su derrocamiento.
No obstante, el expresidente goza aún de cierta popularidad entre muchos egipcios, que le ven como una figura paterna. En el punto álgido de la sublevación de 2011, sus partidarios a menudo chocaron con los manifestantes que promovían un sistema democrático.
Durante su gobierno, Mubarak lanzó una campaña brutal contra los extremistas islámicos, pero también limitó severamente la disensión política. Durante su gobierno, las agencias de seguridad del país se volvieron fuerzas poderosas y con poca supervisión civil, conocidas por sus violaciones de los derechos humanos. Aunque Mubarak guió la apertura de la economía nacional, gran parte de la población se sumió en la pobreza durante su tiempo a cargo.
Para el mundo exterior, el hombre fuerte Mubarak era un símbolo de la historia moderna de Egipto, pero sus casi 30 años de mandato terminaron en 2011 después de que cientos de miles de jóvenes egipcios se manifestaran durante 18 días de protestas callejeras sin precedentes en la Plaza Tahrir de El Cairo y otros lugares, obligándolo a renunciar.
Era quizá una ironía que el funeral de Mubarak se celebrara en la mezquita Tantawi del este de El Cairo, que lleva el nombre del ya retirado capitán general Hussein Tantawi, que dirigió el consejo militar que gobernó Egipto tras la caída de Mubarak y hasta la victoria electoral del islamista Mohammed Morsi en los comicios presidenciales de 2012.
Mubarak, de 91 años, murió el martes en un hospital de El Cairo por complicaciones cardiacas y renales, según documentos médicos a los que tuvo acceso The Associated Press. Fue ingresado el 21 de enero por una obstrucción intestinal y pasó por una cirugía, antes de quedar en cuidados intensivos.
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La fotoperiodista de The Associated Press Maya Alleruzzo contribuyó para este despacho