LONDRES (AP) — La gente en el centro de Inglaterra y Gales se preparaba el martes para más inundaciones, con ríos desbordados tras una tormenta el fin de semana que arrojó hasta 150 milímetros (6 pulgadas) de agua sobre una zona ya empapada.
Las agencias medioambientales de Inglaterra y Gales declararon el martes 10 avisos por inundaciones graves, lo que suponía un riesgo mortal inmediato, para los ríos Severn Trent, Wye y Lugg. También se activaron 180 avisos de inundaciones menos graves.
La tormenta Dennis, la segunda gran tormenta del invierno, castigó Gran Bretaña el sábado y el domingo con vientos de hasta 145 kilómetros (90 millas) por hora e intensos aguaceros que anegaron carreteras, vías, viviendas y negocios. El mal tiempo trastocó los planes para miles de familias británicas que intentaban viajar durante el receso escolar de mediados del invierno.
La lluvia convirtió ríos como el Severn y el Wye, que normalmente serpentean por paisajes pintorescos, en rápidos torrentes. El Wye alcanzó su nivel más alto jamás registrado en la localidad de Hereford, en el centro de Inglaterra.
“Hoy he visto cosas que no me habría creído (...) Esto no es una inundación normal, estamos en territorio inexplorado” tuiteó Dave Throup, responsable de la Agencia Medioambiental para la región.
La tormenta mató al menos a tres personas en Gran Bretaña, incluida una mujer de 55 años que se vio arrastrada por las aguas en la localidad de Tenbury, en el centro de Inglaterra.
En el sur de Irlanda, la marejada levantada por la tormenta dejó un carguero abandonado, el MV Alta, varado en la costa del condado de Cork, cerca de Ballycotton.
La tormenta también dejó un rastro de inundaciones y apagones en todo el norte de Europa, incluido el suroeste de Suecia. En Dinamarca, 100 personas que fueron evacuadas el lunes por la noche por temor a que un dique pudiera colapsar comenzaron a volver a casa el martes.