Casi un desconocido para la gente de a pie y aprobado en el mundo del automóvil por su capacidad para limitar la polución, el precio del rodio se ha disparado, al punto de que está considerado como el metal "más caro del mundo".
Desde el 1 de enero, su precio pasó de 6.000 a los 11.500 dólares la onza (poco menos de 30 gramos) el viernes, según datos publicados por el grupo químico Johnson Matthey. Este le hace ser siete veces más caro que el oro.
¿Qué es el rodio?
El rodio es un metal blanco plateado de la familia de los platinoides, "de aspecto parecido a la plata, muy duro y muy resistente a la corrosión", explica a la AFP John Plassard, especialista de mercados de la firma Mirabaud.
"No existen minas de rodio" ya que es un subproducto de extracción de platino o níquel.
Considerado como un metal raro, sin embargo, el rodio no forma parte de la categoría de "tierras raras", el conjunto de 17 metales que proceden mayoritariamente de China (95%) y que son esenciales para una serie de productos tecnológicos.
¿Para qué sirve?
El rodio forma parte de "los metales que participan en la transformación del sector del automóvil", asegura Plassard.
Se utiliza sobre todo para la fabricación de catalizadores ya que permite limitar la emisión de gases contaminantes, en particular el óxido de nitrógeno (NOx).
El rodio también se utiliza en la industria química y en la fabricación de joyas, como algunos collares o pulseras del joyero Swarovski.
¿Dónde se encuentra?
Sudáfrica extrajo entre el 80% y el 85% de la producción mundial en 2019, según un informe publicado el miércoles por Matthey; el resto procede de Rusia y de otros países.
La producción total se elevó a unas 26 toneladas por año en los últimos tres años. A esto se suman entre 10 y 13 toneladas de rodio reciclado, según el mismo informe.
Las condiciones de extracción "no están exentas de algunos riesgos", recuerda Plassard, que subraya la "toxicidad potencialmente cancerígena de este tipo de metales".
¿Por qué es tan caro?
Su escasez y la dependencia de su suministro de una zona de extracción figuran entre los principales factores del alto costo.
El aumento de la demanda de la industria automovilística por las medidas antipolución, en Europa pero también en China, se acentuó el año pasado (+14%), generando una situación de déficit en el mercado.
Además, "el interés de los inversores en nuevos valores refugio también ha empujado los precios al alza", agrega Plassard.
Si las perspectivas para el precio son buenas para 2020, Matthey espera que crezca el déficit de la oferta. Algunos analistas alertan sobre las tentaciones especulativas y recuerdan el revés que sufrió el rodio en 2008, cuando el precio se dividió por diez entre junio y noviembre.
¿Es el único metal cuyo precio aumentó este año?
Los precios de los metales más bien han sufrido desde el 1 de enero a causa de los temores sobre la demanda china, el primer importador de materias primas que se ha visto afectado por la epidemia del coronavirus y que amenaza con socavar su crecimiento.
Pero algunos destacan. El paladio subió cerca del 25% desde principios de año, catapultado también por la industria automovilística y en menor medida, el oro, sostenido por su estatuto de valor refugio.
La onza de paladio se pagaba el viernes en el London Metal Exchange en torno a los 2.435 dólares, frente a los 1.580 dólares de la onza del metal amarillo.
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