Un periodista brasileño fue asesinado de 12 balazos en nsu casa por sicarios en la ciudad de Pedro Juan Caballero, distante a 550 km al noreste de Asunción, en la frontera con Brasil, informó la policía este jueves.
El hombre de prensa, de nombre Leo Veras, un influyente de la comunicación en la frontera, intentó huir de los criminales corriendo hacia el patio trasero de su domicilio pero recibió 11 impactos en la espalda y uno en la cabeza, reveló a la prensa el fiscal Marco Amarilla.
"Ese fue el disparo que le fulminó para rematarlo", explicó el funcionario.
Veras, que trabajaba para varios medios digitales, tenía 15 años de residencia en Paraguay, con esposa e hijos paraguayos.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el hecho en un comunicado y solicitó a las autoridades de Paraguay y Brasil "trabajar de forma coordinada, exhaustiva y urgente para conocer la verdad, juzgar y sentenciar a los asesinos".
Los asesinos actuaron con el rostro oculto por pasamontañas y escaparon en una camioneta que los aguardaba, señaló el comisario de la zona, que llegó hasta el sitio del crimen, Rodolfo Núñez.
El suceso se produjo en presencia de la esposa, un hijo de la pareja y el suegro de Veras.
"Por sus características, es un crimen por encargo", comentó el fiscal Amarilla.
Leo Veras es el décimo octavo periodista asesinado al estilo del crimen organizado desde que comenzó la etapa democrática en Paraguay hace 31 años.
En enero pasado, en la misma ciudad fronteriza, donde se producen cerca de un centenar de muertes entre bandas mafiosas, se escaparon por un túnel de la cárcel local 76 presos, 40 de ellos de nacionalidad brasileña.
"El crimen organizado ha permeado todas las instituciones", dijo entonces el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y dijo que entre ellos hay políticos, policías y periodistas a su servicio.
Aparte del narcotráfico, la criminalidad violenta a través de ajustes de cuenta, sicariato y enfrentamiento entre bandas integradas por paraguayos y brasileños ha aumentado en forma notoria y ha rebasado hasta la seguridad penitenciaria, admitió la ministra de Justicia Cecilia Pérez.
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