El Senado italiano vota este miércoles la eventual autorización a abrir un proceso judicial contra el ultraderechista Matteo Salvini, líder de la Liga y ex ministro del Interior, por haber bloqueado en el Mediterráneo a más de un centenar de migrantes.
Salvini es acusado por la justicia de Catania (Sicilia) de "abuso de poder y secuestro forzado de personas", un delito que se castiga hasta con 15 años de cárcel y que le impediría ejercer cargos públicos.
"El miércoles acudiré al Senado. Estoy absolutamente tranquilo", aseguró a la prensa.
"No sé cuánto va a costar en términos de personal y dinero demostrar que soy un criminal, pero no tengo miedo y explicaré que defendí a mi país", adelantó Salvini en una entrevista al diario La Stampa.
El exministro del Interior, que aplicó una política de mano dura contra la inmigración, con la que logró catapultarse como uno de los líderes más populares de la península, considera justa la medida que implicaba el cierre de los puertos de toda la península y el bloqueo de migrantes que arriesgan la vida atravesando en barcazas el Mediterráneo.
"Quiero mirar al juez en los ojos y explicarle que defender las fronteras de mi país es para mí un derecho y un deber y no un delito", dijo.
Salvini ordenó bloquear a 116 inmigrantes en julio del año pasado por casi una semana mientras se encontraban a bordo de un barco de la guardia costera italiana, la embarcación Gregoretti.
- Un ministro con mucho poder -
Salvini, entonces ministro del Interior de un gobierno formado por la Liga y la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E), aspiraba con esa medida a que los demás países europeos se repartieran la carga de recibir a los inmigrantes, la mayoría africanos.
La eventual decisión del Senado a favor de un juicio dificulta también las ambiciones políticas de Salvini, quien desea liderar un futuro gobierno de ultraderecha, gracias al apoyo del 32% de los votantes, según los últimos sondeos.
La Liga ahora es minoritaria en el Senado, donde el M5E y el Partido Democrático (centro-izquierda), aliados para gobernar desde hace seis meses, gozan de la mayoría de los votos de los 319 senadores.
Según la constitución italiana, el parlamento puede impedir que un ministro sea procesado por su gestión si los parlamentarios consideran que actuó dentro del marco de sus funciones y por el interés del Estado.
Salvini aprovechó para recalcar que la decisión de bloquear a los migrantes fue tomada en forma colectiva ya que era la línea adoptada por el gobierno y respaldada por el primer ministro Giuseppe Conte.
Para Conte, quien desde agosto lidera un ejecutivo de color progresista formado esta vez por el Partido Democrático (centro-izquierda) y el M5E, esa versión de los hechos no corresponde a la verdad.
En junio del 2019, después un año al poder, Salvini reforzó sus poderes tras lograr la aprobación de una ley que le autorizaba limitar y hasta impedir el tránsito de barcos en aguas italianas.
No fue el único barco que Salvini bloqueó cargado de migrantes. En agosto del 2019, poco antes de la crisis de gobierno, bloqueó por días el barco humanitario de Open Arms frente a la isla siciliana de Lampedusa.
El próximo 27 de febrero una comisión del Senado deberá decidir también sobre la apertura de un juicio por ese caso.
Si aprueban la autorización, el exministro será juzgado por un tribunal especial compuesto por tres reconocidos magistrados y probablemente tendrá que esperar años dada la lentitud de la justicia italiana y las posibilidades de apelación.
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