La prohibición de la homosexualidad en Senegal se debe a razones culturales y que no tiene "nada que ver" con la homofobia, dijo el presidente Macky Sall el miércoles en presencia del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
"Siempre defiendo los derechos humanos y saco a colación estas cuestiones allá donde voy", declaró durante una rueda de prensa común en Dakar Justin Trudeau. "El presidente Macky Salle conoce muy bien mis puntos de vista al respecto y hablamos de ello de forma breve", añadió.
Sall confirmó que el tema, delicado en este país de África del Oeste, fue abordado durante las reuniones.
"Las leyes de nuestro país obedecen a normas que son el condensado de nuestros valores de cultura y de civilización", declaró. "Eso no tiene nada que ver con la homofobia. Quienes tienen una orientación sexual de su elección no son objeto de exclusión", reiteró.
Pero, al ser preguntado por un periodista sobre de qué modo las leyes que prohíben la homosexualidad no son una muestra de homofobia, Sall evitó responder.
Sin embargo, dejó la puerta abierta a un cambio.
"Tampoco le podemos pedir a Senegal que diga: 'mañana legalizamos la homosexualidad y, mañana aquí hay un desfile gay, etc'", agregó, en alusión a las marchas del orgullo LGTB que se celebran en otras regiones del mundo.
"Eso no es posible porque nuestra sociedad no lo acepta. La sociedad evolucionará, esto llevará un tiempo", dijo el presidente senegalés.
En Senegal, la ley castiga con penas de entre uno y cinco años de cárcel los actos homosexuales. El código penal se refiere a "actos impúdicos o contra natura con un individuo del mismo sexo".
Más de la mitad de los países de África subsahariana -28 de 49- tienen leyes que prohíben o reprimen la homosexualidad, a veces incluso con la pena de muerte.
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