Guinea Ecuatorial condena "injerencia" judicial francesa tras condena contra Teodorín Obiang

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Guinea Ecuatorial rechazó el miércoles la condena pronunciada el pasado lunes contra el vicepresidente Teodorín Obiang, hijo del mandatario Teodoro Obiang, por un tribunal francés de apelación que confirmó y agravó la pena pronunciada en su contra en primera instancia.

El tribunal de apelación de París condenó al responsable de Guinea Ecuatorial a una pena de tres años de cárcel exentos de cumplimiento y 30 millones de euros de multa por corrupción. A diferencia del veredicto pronunciado en primera instancia en 2017, esta corte de apelación agravó la condena al declarar que la multa no estaba exenta de pago.

"El gobierno de nuestro país se reserva el derecho a ejercer ante las altas instancias jurisdiccionales internacionales cuantas acciones civiles y penales que tuvieron en derecho para reclamar la reparación del daño causado a los altos órganos y personalidades de nuestro país", afirmó la declaración gubernamental.

"El gobierno de la República de Guinea Ecuatorial manifiesta su repulsa ante los actos de injerencia en los asuntos de jurisdicción interna de su Estado por parte de los tribunales franceses", afirma la declaración.

Teodorín Obiang, 50 años, vicepresidente encargado de la defensa y de la seguridad del país, fue condenado por blanqueo de capitales, desvío de fondos públicos y abuso de confianza.

El gobierno menciona en su comunicado las "falsas acusaciones de corrupción y blanqueo de capitales proferidas desde hace muchos años por numerosos organismos no gubernamentales, animados por el único afán de desestabilizar nuestro país".

Denuncia además una "una injerencia inaceptable" en los asuntos internos de Guinea Ecuatorial, que viola "los básicos y elementales principios que conforman el pilar fundamental en la creación de la ONU".

En París, los abogados de Obiang anunciaron que iban a presentar un recurso ante el Tribunal Supremo.

Una investigación reveló que Teodorín Obiang había acumulado en Francia un patrimonio descomunal que incluía una mansión de 4.000 m2 en la prestigiosa avenida Foch, vehículos Rolls-Royce y Bugatti, y obras de arte de la colección Yves Saint Laurent-Pierre Bergé.

En su veredicto del lunes, los magistrados confirmaron también la confiscación de buena parte de estos bienes.

sam-gir/zm/bl

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