El fondo de Naciones Unidas para agricultura, mejor conocido como el banco de los pobres, solicitó 1.700 millones de dólares para apoyar la agricultura de los países más pobres, de manera de luchar contra el hambre y las consecuencias del cambio climático
"Estamos pidiendo una contribución de 1.700 millones de dólares" de los Estados miembros de la organización para el período 2022-2024, explicó a la AFP Gilbert Houngbo, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida).
"Las necesidades han aumentado mucho", confesó el dirigente durante una entrevista.
El pedido de Houngbo representa un aumento del presupuesto de un 54% y fue hecho durante la apertura de la 43ª Junta de Gobernadores del Fida que se celebra en Roma.
"Hacemos un llamamiento muy excepcional debido a que se acumulan los desafíos relacionados con el clima", reconoció.
Durante la precedente reposición de fondos en 2017, el Fida obtuvo 1.100 millones de los 177 estados miembros en vez de los 1.200 millones provenientes de contribuciones financieras voluntarias.
Los principales donantes del fondo son los países del G7 y los países nórdicos, que aportan casi las tres cuartas partes del presupuesto básico.
Le siguen China, India, Arabia Saudita, Suiza, Irlanda y Austria, indicó Houngbo.
Para el 2030, el Fida pretende ayudar a más de 250 millones de personas de zonas rurales a aumentar sus ingresos de al menos el 20%.
El proyecto tiene en cuenta que el número de personas desnutridas y que padecen hambre volvió a aumentar a partir del 2015 (820 millones en 2018) y que el Banco Mundial estima que el cambio climático podría llevar a la pobreza a más de 100 millones de personas, la mitad de ellas pertenecientes al sector de la agricultura y víctimas de fenómenos como la desertificación y menor productividad.
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