Unas 700.000 personas fueron desplazadas desde diciembre en el noroeste de Siria, donde el régimen gubernamental apoyado por la aviación rusa lleva a cabo una ofensiva contra el último bastión yihadista y rebelde, según un nuevo balance brindado el lunes por la ONU.
La violencia en las provincias vecinas de Idlib y Alepo desplazó a 689.000 personas, indicó a la AFP David Swanson, vocero de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés).
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