Muere “Popeye”, temido exjefe de sicarios de Escobar

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BOGOTÁ (AP) — Jhon Jairo Velásquez, conocido por su alias de “Popeye” y aún más por haber sido por años el temido jefe de sicarios de narcotraficante Pablo Escobar, murió el jueves de cáncer. Tenía 57 años.

El Instituto Nacional Penitenciario (INPEC) infirmó en un comunicado que Velázquez murió en el centro médico de Bogotá en el que estaba hospitalizado desde el 31 de diciembre. El organismo señaló que falleció de cáncer de estómago, aunque la dirección de la clínica dijo que era de esófago.

“Popeye” tuvo una trayectoria tenebrosa. En su haber delictivo hay registrados unos 300 asesinatos, por mano propia, y la coordinación de otros 3.000, según dijo en diferentes entrevistas.

El exjefe de sicarios del líder del Cártel de Medellín cumplió una condena de 24 años de prisión por homicidio, robo, y secuestro. Recuperó su libertad el 27 de agosto de 2014, y desde entonces se dedicó a contar su historia a quien quisiera escucharlo, escribió libros y abrió un canal en Youtube.

“Popeye fue asesino, youtuber, cuentero, mitómano, agitador, incendiario, protagonista de una época en la que dormíamos y despertábamos con miedo a morir despedazados por una bomba. Mató aquí y allá por dinero, y luego convirtió en negocio el relato verboso de sus crímenes”, escribió en Twitter tras su muerte el escritor colombiano Alberto Salcedo Ramos.

En contraste, el comandante del ejército, general Eduardo Enrique Zapateiro, dijo en rueda de prensa que lamentaba el deceso y envió un mensaje de condolencias a sus familiares. “Hoy ha muerto un colombiano. Haya pasado en su vida lo que haya pasado, somos seres humanos y somos colombianos”.

Más tarde, matizó sus comentarios en Twitter y agregó que “conociendo su accionar delictivo y el dolor que le ha causado al pueblo colombiano, cuyas cicatrices aún no han sido sanadas, mi única consideración y la institucional es con las víctimas. Continuaremos la ofensiva contra este flagelo”.

El 25 de mayo de 2018, “Popeye” fue recapturado por las autoridades colombianas en Medellín, acusado de los delitos de concierto para delinquir y extorsión. Estuvo preso en la cárcel La Picota al sur de Bogotá hasta antes de ser enviado al hospital.

Por encargo del propio Escobar, a quien dijo haber conocido en 1980, “Popeye” disparó o coordinó las emboscadas contra diferentes líderes colombianos que le resultaban incómodos al jefe del Cartel de Medellín.

Escobar murió a manos de la policía el 2 de diciembre en 1993. A su paso cayeron caciques políticos, magistrados, periodistas y miembros de la fuerza pública.

Según las autoridades colombianas, “Popeye” encabezó el secuestro y posterior asesinato del procurador Carlos Mauro Hoyos en 1988. Ese mismo año mantuvo secuestrado una semana a Andrés Pastrana, entonces director de un noticiero de televisión y quien luego fuera presidente del país (1998-2002).

A “Popeye” también se le responsabilizó de planear la explosión en pleno vuelo del vuelo 203 de Avianca en 1989. El Cártel de Medellín dio la orden de volarlo porque creía que a bordo viajaba César Gaviria, entonces candidato presidencial.

El jueves por la tarde, Gonzalo Rojas, uno de los líderes de Colombia con Memoria, fundación conformada inicialmente por las familias víctimas del atentado al avión, dijo a un periódico local que la muerte de este criminal “deja un sinsabor en las familias de las víctimas del narcoterrorismo” en el país porque con él “se perdió uno de los pocos testimonios visibles que pudieron ayudar a esclarecer los crímenes del cartel de Medellín”.

“Popeye” nació en Yarumal, un pueblo cercano a Medellín, ciudad a la cual se trasladó años después y donde contactó a hombres cercanos a Escobar.

Con sólo 18 años recibió los primeros “contratos” por parte del Cartel de Medellín, según narró en una entrevista con la revista bogotana Bocas.

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