Tailandia bloqueó un controvertido proyecto chino para dragar el lecho del Mekong con vistas a poder hacer navegar grandes cargos en este río, un inusual revés para Pekín que multiplica los proyectos de infraestructura en el sudeste de Asia.
El gobierno tailandés "aprobó el cese del proyecto" ya que, según explicó el martes, las autoridades chinas no habían facilitado el plan de financiación para efectuar nuevas investigaciones sobre las obras que debían realizarse.
Pekín quiere desde hace tiempo dragar el lecho del río en un tramo de 97 km en el lado tailandés y hacerlo suficientemente profundo para que puedan pasar enormes cargueros, incluso navíos de guerra.
El objetivo es poder unir por vía fluvial la provincia china de Yunnan con el mar de China Meridional, unas aguas muy disputadas por varios países de la región.
Pekín busca también reforzar su control sobre el poderoso río, conocido como "la Madre de todas las aguas" y que cruza China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam.
El gigante asiático había negado cualquier estrategia expansionista y, bajo el lema de "río compartido, futuro compartido", había alegado razones medioambientales para defender sus colosales obras.
Los activistas ecologistas expresaron sin embargo su preocupación por este proyecto de dragado, que para ellos pone en peligro los hábitats de las especies submarinas. En marzo consiguieron suspender de forma temporal el proyecto.
Para Pianporn Deete, de la oenegé International Rivers, se trata de una decisión "audaz" de las autoridades tailandesas.
"Esta pequeña parte del Mekong tendrá un papel importante en la preservación de la zona inferior de la cuenca" más arriba, dijo.
Los defensores medioambientales y la población local ya habían acusado a Pekín de haber transformado en profundidad el Mekong con la construcción de varias represas hidroeléctricas en China y Laos para abastecer una región en plena expansión demográfica y económica.
apj-joe/sde/lch/es/zm