DES MOINES, Iowa, EE.UU. (AP) — El Partido Demócrata en Iowa reveló el martes en la noche los resultados parciales de la primera asamblea partidista estatal, tras una demora de casi un día, que dieron al exalcalde Pete Buttigieg una ligera ventaja sobre el progresista senador de Vermont Bernie Sanders en la primera confrontación de las primarias para las elecciones presidenciales de noviembre.
Los resultados se dieron a conocer tras 24 horas de caos por problemas técnicos que empañaron el complicado proceso de los caucus, obligando a los funcionarios estatales a pedir disculpas y planteando dudas sobre la tradicional posición de Iowa como primera cita del calendario de primarias.
Aunque era demasiado pronto para declarar un ganador en base a los primeros resultados, la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, el exvicepresidente Joe Biden y la senadora por Minnesota Amy Klobuchar estaban por detrás en el conteo de delegados estatales equivalentes, según los datos publicados por primera vez por el Partido Demócrata en Iowa a casi 24 horas del final de la votación.
Los resultados reflejaban el 71% de las circunscripciones del estado.
A los dos candidatos mejor posicionados, Buttigieg y Sanders, los separan 40 años y su ideología, entre otras cosas.
Sanders, un político de 78 años que se autodescribe como socialista demócrata, es un referente progresista desde hace décadas, mientras que la temprana ventaja de Buttigieg, de 38 años, confirmó su transformación de alcalde poco conocido de Indiana a aspirante legítimo en la carrera por la nominación de 2020. Buttigieg es además el primer precandidato abiertamente homosexual que obtiene delegados en unas primarias presidenciales.
Aunque las campañas se mostraban ansiosas por interpretar los resultados a su favor, había pocos indicios inmediatos de que los resultados incompletos aclaren la confusión desatada en los caucus. Se desconoce cuándo se difundirán los resultados finales.
Los principales candidatos se enfilan a Nueva Hampshire, que votará en apenas siete días, mientras que el multimillonario demócrata Michael Bloomberg vio una oportunidad y prometió duplicar su ya enorme campaña publicitaria y expandir su personal para centrarse en una serie de estados que aportan una gran cantidad de delegados y que celebran elecciones el próximo mes.
La crisis del caucus en Iowa fue un vergonzoso giro después de meses de promover la votación como una oportunidad del partido para encontrar algo de claridad entre la gran cantidad de candidatos sin un claro favorito. En su lugar, después de toda la expectativa generada con siete debates, más de 1.000 millones de dólares invertidos a nivel nacional y un año de disputas políticas, la jornada finalizó sin ganador, sin resultados oficiales y con muchas nuevas preguntas sobre si Iowa puede retener su estatus como el primer estado en votar.