LA HABANA (AP) — Guyana probablemente perdió hasta 55.000 millones de dólares en ingresos potenciales en la negociación de un acuerdo con ExxonMobil para explotar reservas de crudo y convertir al pequeño país sudamericano en un gran exportador de petróleo, estimó un grupo que vigila la industria en un reporte difundido el lunes.
Global Witness calcula que el pacto del 2016 en que Guyana recibirá el 52% de los ingresos por petróleo extraído de una plataforma marina terminó beneficiando mucho más a la empresa petrolea que a Guyana porque, por lo general, ese tipo de contratos dan al gobierno local entre 65% y 85% de los ingresos.
“Un país con escuelas deficientes, una industria azucarera en declive y sin las defensas costeras adecuadas para el aumento en el nivel del mar merece un acuerdo mejor”, declaró Global Witness, que tiene sedes en Londres y Washington.
ExxonMobil dijo que el reporte no toma en cuenta el riesgo que la corporación asumió al buscar por petróleo en un área de aguas profundas con reservas no comprobadas conocida como Stabroek.
“Las conclusiones están basadas en circunstancias hipotéticas y en una lógica elíptica que no toma en cuenta el estatus de Guyana como región frontera en el sector de hidrocarburos”, dijo la compañía el lunes. “Las conclusiones son engañosas porque comparan las aguas profundas de Guyana con jurisdicciones productoras de hidrocarburos maduras que obviamente tienen sistemas fiscales maduros y presentan un menor nivel de riesgo”.
Parte de la zona en cuestión, además, es una zona fronteriza en disputa con Venezuela.
Un portavoz del gobierno de Guyana declaró que las autoridades están evaluando el reporte y que emitirán más tarde un comunicado al respecto.
ExxonMobil comenzó a distribuir los primeros buques con petróleo de Guyana este año, y se presume que los yacimientos marinos podrían contener más de 8.000 millones de barriles, unas de las reservas más voluminosas del mundo. Se prevé que el ingreso petrolero trastocará la economía guyanesa al generar aproximadamente 168.000 millones de dólares durante la vigencia del proyecto, es decir, 120 veces el tamaño del presupuesto anual del país.
Global Witness aclaró que no tiene pruebas de ningún hecho de corrupción en el acuerdo, pero se manifestó a favor de un mejor escrutinio de la relación entre Raphael Trotman, ministro de recursos naturales de Guyana, y Nigel Hughes, uno de los abogados de ExxonMobil.
Trotman y Hughes encabezan el partido político local Alianza para el Cambio.
“La relación entre Trotman, Hughes y Exxon debería investigarse para determinar la existencia o extensión de cualquier conflicto de interés”, dice el informe.
No se pudo contactar de momento a ninguno de los hombres para que comentara sobre el reporte.
Guyana es un país relativamente pobre con aproximadamente 740.000 habitantes. Tendrá elecciones generales el 2 de marzo y el Partido Progresista del Pueblo, de oposición, emitió algunos comunicados que indican que buscará renegociar las concesiones petroleras, aunque no está claro exactamente cuál es su postura.