CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Un activista que luchaba para proteger un bosque mexicano donde las mariposas monarca hibernan sufrió un golpe en la cabeza y se ahogó, anunciaron las autoridades el jueves por la noche, lo que probablemente reforzó los temores de la familia y de otros activistas de que fue asesinado.
Incluso antes del anuncio, la familia de Homero Gómez González conjeturó que su muerte no había sido accidental, y dijo que les están ocurriendo cosas malas a los defensores de los derechos humanos y del medio ambiente en México, y que la gente tiene miedo.
“Sí hay algo raro porque están acabando con los activistas, la gente que está haciendo algo por la sociedad”, señaló Amado Gómez, hermano del fallecido.
El cadáver fue hallado el miércoles dentro de un pozo de agua cerca de una reserva forestal en las montañas que Gómez González protegía desde hace tiempo. Las autoridades del estado de Michoacán habían dicho horas antes que en una revisión inicial se determinó que se había ahogado y no hallaron señales de un trauma, pero en su comunicado más reciente señalaron que resultados más detallados de la autopsia generaron evidencia de una lesión en la cabeza.
Las autoridades no dieron más detalles sobre la lesión, y no dijeron cómo podría haber sido infligida. Indicaron que la investigación continúa, insinuando que el caso no está siendo considerado un accidente.
La vestimenta desgastada de los dolientes, las pocas veladoras y los arreglos florales sencillos del funeral de Gómez González ponen de relieve el difícil contexto de la lucha que se desarrolla en las zonas de bosques de pino y oyamel de gran altura donde las mariposas se refugian en grandes números.
La gran pobreza y la violencia delictiva azuzan dos amenazas para los santuarios de la monarca: la tala ilegal y la invasión de cultivos de aguacate. La producción aguacatera es el único cultivo legal que reditúa un ingreso decente en esta región.
En la última década, Gómez González luchó para impedir la tala ilegal en la reserva, encabezando protestas y patrullajes. Intentó persuadir al gobierno a que incrementara las pequeñas remuneraciones que reciben los campesinos locales por preservar los árboles.
Trabajó también para convencer a unos 260 ejidatarios de que plantaran nuevamente árboles en los terrenos desbrozados para cultivar maíz. Según relatos de lugareños, el activista había logrado reforestar unas 150 hectáreas (370 acres) de tierras desbrozadas previamente.
Al igual que en otras partes del mundo, el aumento de la escasez de agua también juega un papel en el conflicto. Gómez González y otros ejidatarios habían solicitado pagos a la localidad próxima de Angangueo a cambio del agua que recibe proveniente de los arroyos de la montaña que sobreviven gracias a la protección de los bosques.
La muerte del activista ha provocado temores entre sus compañeros que carecen de la educación y capacidad de él para hablar en público.
“Muchos de los ejidatarios temen que con su muerte se acaben los bosques “, dijo Amado Gómez.
“Yo quisiera pedirle a las autoridades que hagan su trabajo más y que a los activistas como mi hermano los protejan más, porque últimamente en México ha habido muchas muertes de activistas”, agregó. “Con esta pérdida no sólo la familia perdimos un ser querido, el mundo entero, la mariposa monarca y los bosques pierden”.
Diversas organizaciones internacionales han atraído la atención a los ataques de los últimos años contra activistas ambientales y conservacionistas en México.
Según el grupo Global Witness, con sede en Londres, 15 ambientalistas fueron asesinados en 2017 en México y 14 en 2018. En un informe difundido en octubre de 2019, Amnistía Internacional dijo que 12 activistas fueron asesinados en los primeros nueve meses de ese año.
El jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la muerte de Gómez González es “lamentable y dolorosa”.
“Es parte de lo que nos lleva aplicarnos cada vez más para garantizar la paz y tranquilidad en el país”, afirmó López Obrador. En 2019 hubo 35.588 homicidios en México, una cantidad récord, pero se incrementaron a una tasa menor que en años previos.
Los familiares de Gómez González habían denunciado su desaparición el 14 de enero, al día siguiente de que lo vieran por última vez durante una celebración tradicional la noche anterior.
Su cadáver fue hallado dentro de un pozo de agua en la localidad de Ocampo, dijo el procurador de Michoacán, Adrián López Solís. El pozo tiene un área aproximada de 2,9 metros cuadrados (32 pies cuadrados) y una profundidad de 6 metros (20 pies), pero estaba a medio llenar, y se ubicaba en una propiedad adyacente a donde Gómez González había asistido a la fiesta.
Un examen inicial del cadáver no mostró indicios de trauma, dijo López Solís el miércoles en una conferencia de prensa. Se realizará una autopsia para determinar la causa de muerte.
El procurador dijo que los familiares de Gómez recibieron una llamada pidiendo rescate, pero su investigación determinó que no era creíble y que sólo se trataba de un intento de extorsión.
Aunque las circunstancias de la muerte siguen siendo confusas, Greenpeace México emitió un comunicado en el que dijo que se trató de un “homicidio”.
Los activistas señalaron que podría estar relacionada con disputas por la tala ilegal, de agua o de ingresos por los pagos que hacen los visitantes al santuario de la mariposa monarca llamado El Rosario. Gómez González era el director del consejo administrador de esa reserva.
López Obrador también comentó sobre la delincuencia en torno a la tala ilegal.
“Está vinculada también a organizaciones delictivas y estamos en esto”, comentó.
Millones de monarcas llegan a los bosques de Michoacán y otras zonas luego de viajar 5.500 kilómetros (3.400 millas) desde Estados Unidos y Canadá. Necesitan copas de árboles saludables que las protejan de la lluvia y el frío.
México ha combatido la tala ilegal, que fue una vez una gran amenaza para las reservas, pero se ha reducido a casi una tercera parte de la del año pasado. Sin embargo, también ha habido reportes de un incremento en la tala de árboles supuestamente enfermos.
Orley Taylor, profesor de ecología en la Universidad de Kansas y director de la organización Monarch Watch, dijo que de momento se desconocían las consecuencias que tendrá la muerte de Gómez González en las labores de conservación en la reserva.
“Las presiones van en aumento para el bosque, tanto de los taladores ilegales como de los agricultores de aguacate y posiblemente de grupos delictivos que cobran protección a diversas partes en la región”, comentó Taylor. “Esta dinámica es ampliamente conocida, pero la manera de enfrentar estas amenazas para los bosques, habitantes y monarcas será un reto” para la reserva, “sus residentes y autoridades locales y regionales”, añadió.