Crisis económica podría acabar con santuario de animales en Argentina

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Gabriela Bezeric es rodeada por
Gabriela Bezeric es rodeada por animales rescatados en su santuario "El Paraíso de los Animales", que ha administrado junto a su esposo Armando Scoppa por un cuarto de siglo, en General Rodríguez, Argentina. 24 de enero de 2020. REUTERS/Mariana Greif.

GENERAL ROGRÍGUEZ, Argentina, 30 ene (Reuters) - La profunda crisis económica que afecta a Argentina ha puesto en grave riesgo a un santuario que alberga cerca de 850 animales rescatados antes de ser faenados, que busca ahora auspicios y ayuda financiera para sobrevivir.

"El Paraíso de los Animales", en la ciudad de General Rodríguez a unos 60 kilómetros al oeste de Buenos Aires, protege desde hace 26 años tanto a cerdos como aves de corral, caballos y capibaras.

Pero la continuidad del santuario -que recientemente recibió 21 cabras salvadas de la faena- se ve amenazada por el alza de los costos de funcionamiento, disparados por la alza de los valores de los servicios públicos y los impuestos en los últimos años.

Su situación no difiere de la de muchas empresas argentinas que debieron bajar las persianas en los últimos años, en medio de una recesión que comenzó en 2018 y una inflación anual superior al 50%, que han disparado las tasas de desempleo y de pobreza.

"Lo importante es que 'El Paraíso' siga con esto", dijo a Reuters Gabriela Bezeric, que fundó el espacio junto a su pareja, Armando Scoppa. La pareja septuagenaria es una férrea defensora de los derechos de los animales en un país donde el consumo de carne se asocia con la identidad nacional y es un indicador económico sensible.

Presionados por los crecientes costos de los servicios públicos, los alimentos y los gastos veterinarios, Berezic y Scoppa dejaron inconclusa la construcción de un hospital veterinario en el predio. Ahora buscan fundaciones y empresas que quieran asociarse a su proyecto de protección animal.

El centro "es el fruto del trabajo de dos personas muy visionarias que empezaron hace muchísimo tiempo creyendo en que los animales (...) pueden tener una segunda oportunidad y pueden ser tratados como seres sintientes que son y no como un plato de comida", dijo Yamila Buboff, una de los 30 voluntarios que trabajan en el espacio.

(Reporte de Juan Bustamante; Escrito por Maximilian Heath; Editado por Nicolás Misculin)

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