Las pequeñas empresas norirlandesas se plantean su futuro posbrexit

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Mientras talla madera color ámbar y puntea cuerdas de violín en su taller en Irlanda del Norte, el luthier británico Martin McClean compara a la UE con un "mecenas" del que deberá separarse cuando el Brexit entre en vigor el viernes.

"Estoy triste porque me considero europeo y la fabricación de violines es parte de una tradición europea", dice a la AFP este artesano de 48 años ataviado con un desgastado delantal azul.

La UE financió la mitad de las 50.000 libras (60.000 euros) que costó su taller en las afueras de Cookstown.

McClean crea piezas a medida, en la tradición de los luthiers clásicos, con "un sonido que puede llenar una sala de conciertos, y sorprender a la audiencia, y excitar a un músico".

Hace unos diez al año, con precios en torno a las 10.000 libras, y los envía a todo el mundo.

Pero, al igual que las grandes empresas, no tiene clara cómo será el comercio tras el Brexit en esta provincia británica situada en la isla de Irlanda.

"Cuando se tiene una empresa unipersonal (...) cada compra, cada cliente es muy importante", dice preocupado.

- Sistema dual -

El Brexit entrará en vigor el viernes a las 23h00 (locales y GMT), aunque poco cambiará en las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea hasta el final del periodo de transición, previsto el 31 de enero.

Pero en 2021 debe entrar en vigor un sistema dual para evitar una frontera terrestre entre Irlanda del Norte y la vecina República de Irlanda: los bienes que lleguen para quedarse en la provincia británica de países no miembros de la UE estarán sujetos a las normas aduaneras británicas, mientras que los que pasen al bloque europeo se atendrán al sistema de la UE.

Hay poca claridad sobre cómo funcionará este sistema y qué impacto tendrá en los negocios.

"Sigue preocupando a las empresas que sea un proceso pesado y lento", explica Roger Pollen, jefe de asuntos exteriores de la Federación de Pequeñas Empresas de Irlanda del Norte.

"Dado que nada va a cambiar inmediatamente el viernes, la gente espera obtener algo de claridad sobre los cambios a finales de año", agrega.

- Líneas de abastecimiento -

McClean importa madera de Europa central, abeto rojo de los Alpes suizos y arce de Croacia y Rumanía, accesorios de India e Italia y barniz de Estados Unidos.

Aunque su abastecimiento es modesto, ya está sufriendo los efectos de la incertidumbre del Brexit.

"Tengo un par de proveedores de madera que vienen a visitarme tres veces al año y puedo elegir entre sus existencias la madera que más me gusta", explica.

Pero tras el Brexit "me han dejado claro que eso ya no va a suceder". Así que tendrá que viajar él para ver las maderas y "eso lo hará más caro", señala.

En Irlanda del Norte, hay 28.500 "microempresas" como la de McClean, que emplean entre una y nueve personas, según un informe de 2018 del Centro de Investigación Empresarial.

Representan 111.000 personas, 20% de la fuerza laboral, en la región y operan con márgenes pequeños, lo que las hace vulnerables a las turbulencias comerciales.

- ¿Nuevo riesgo de ruptura brusca? -

La UE también ha advertido del riesgo de una ruptura brusca, equivalente al tan temido Brexit sin acuerdo, si las negociaciones sobre la futura relación comercial no llegan a buen puerto a finales de 2020, dado que el primer ministro británico Boris Johnson descartó extender el período de transición.

"Tenemos que enfrentarnos al riesgo de encontrarnos al borde del abismo, especialmente en lo que respecta al comercio", advirtió el lunes en Dublín el jefe negociador europeo, Michel Barnier.

Johnson afirma haber cumplido su promesa de "hacer realidad el Brexit".

Pero en Irlanda del Norte, el panorama para los negocios sigue siendo inseguro y persiste la amenaza de choque en unos meses.

"Es un paso hacia lo desconocido, no lo entendemos todavía", dice McClean. "Nadie parece tener mucha idea en este estadio".

jts-acc/zm

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