KANSAS CITY, Missouri, EEUU. (AP) — Clark Hunt recuerda muy bien la celebración de hace cuatro años por el 50mo aniversario del Super Bowl, el duelo por el campeonato que fue bautizado así por su padre y fundador de los Chiefs de Kansas City, Lamar Hunt.
Un momento se distingue de los demás. Involucra a la madre de Hunt, Norma, quien ha estado en todos los partidos por el campeonato desde que los Chiefs enfrentaron a los Packers de Green Bay en el primero, en 1967.
“Clark, sería muy bonito que pudieran estar en este partido una vez mientras sigo aquí”, dijo Norma a su hijo en alguna ocasión.
Finalmente se ha cumplido su deseo.
El domingo, la cara más visible de la familia propietaria de los Chiefs se paró al centro del estrado. Luego, Clark Hunt levantó el trofeo del título de la Conferencia Americana _El Trofeo Lamar Hunt_ después del triunfo por 35-24 sobre los Titans de Tennessee.
Justo al lado de Clark, celebrando el regreso de la franquicia al máximo partido por primera vez en medio siglo, estaba su madre. Sus hermanos no andaban lejos.
El fútbol americano es un asunto de familia para los Hunt. Lamar no sólo fundó la franquicia, sino que formó parte de los cinco dueños que crearon la AFL (Liga Americana) y después se colaron en la unificada NFL. Clark no tenía ni 2 años cuando los Chiefs jugaron su primer Super Bowl en 1967 y tiene pocos recuerdos de haber estado en el partido de 1970, cuando los Chiefs superaron a los Vikings de Minnesota para ganar su único campeonato.
“Estuve en ese partido y tengo una foto”, dijo. “No me gusta decir que no lo recuerdo. Tenía 4 o 5 años. En realidad, el primer juego que recuerdo fue en Navidad unos años después _los Chiefs perdieron ante los Dolphins en la postemporada en 1971 en el juego más largo en la historia de la NFL_, lo que no constituye un buen recuerdo para ser el primero. Estoy agradecido de poder cambiarlo con lo que vamos a hacer en Miami en dos semanas”.
Norma Hunt era una profesora que también trabajaba con los Texans de Dallas cuando conoció a Lamar. Ambos se enamoraron.
La franquicia se mudaría posteriormente a Kansas City y se convertiría en los Chiefs. En 2006, cuando el patriarca de la familia falleció, el equipo pasó a las manos de sus hijos.
Como su padre, quien fue parte integral en los asuntos de la liga por casi cuatro décadas, Clark rápidamente se convirtió en una voz de autoridad entre los dueños de la NFL, cuando surgieron cuestiones como el contrato colectivo. Su ecuánime conducta, disposición y perspicaz sentido del negocio lo convirtieron en caja de resonancia para el comisionado Roger Goodell.
Y frente a todos sus logros, lo único que no había podido hacer Clark era llevar a su equipo hasta el Super Bowl.
“El año pasado estábamos felices de estar ahí, pero también estábamos muy decepcionados que no estábamos jugando. Ahora será una experiencia completamente distinta”, comentó. “Eso ya lo cumplimos, pero al final de día aún tenemos una gran meta por cumplir”.