QUITO (AP) — Unos 400 bomberos, guardaparques y militares combatían el jueves un creciente incendio forestal que ha consumido 200 hectáreas de vegetación en un cerro al norte de la capital, pero sin provocar víctimas humanas ni daños a viviendas.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito, Esteban Cárdenas, afirmó que en la zona hay una tupida vegetación de entre 1,5 y tres metros que dificulta el combate al fuego, afectado en los últimos días por jornadas con soles caniculares --es decir, muy fuertes-- en medio de un inesperado verano. Añadió que “este es un incendio bastante complejo debido a la topografía, velocidad y dirección del viento”.
El fuego comenzó la mañana del martes en el denominado cerro Casitagua y se propagó por sus laderas con la misma velocidad de los fuertes vientos en ese sector, agreste y con pendientes de 50 a 70 grados. Los efectivos en tierra reciben el apoyo de cuatro helicópteros que hacen constantes descargas de agua.
El cerro Casitagua es hogar de pájaros silvestres de varias especies, roedores, ranas, culebras y zorros, y se encuentra a un costado de la población de Pomasqui, cinco minutos al norte de la capital.
El alcalde de Quito, Jorge Yunda, ofreció que en cuanto se controle el flagelo se iniciará de inmediato un programa de reforestación con plantas endémicas.