La Corte Suprema de Florida opinó este jueves que los exconvictos deben pagar todas sus multas antes de registrarse para votar, luego de que los electores les concedieran en 2018 el derecho al sufragio a los 1,4 millones de expresidiarios que no podían votar en este estado estadounidense.
El voto de los exconvictos es un tema de debate en Florida porque, en el fondo, se discute la posibilidad de agregar un considerable número de nuevos votantes al electorado, la mayoría negros e hispanos, en un estado pendular donde cada voto cuenta y que suele ser clave a la hora de decidir quién vivirá en la Casa Blanca.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, había pedido a la Corte Suprema que definiera los términos de la Enmienda 4, que concedió el voto a todos exconvictos (excepto los que cometieron asesinatos o crímenes sexuales) apenas cumplieran su sentencia. Antes, los reos perdían ese derecho para siempre.
"La frase 'todos los términos de la sentencia' (...) tiene un significado ordinario que los votantes habrían entendido al referirse no solamente al período de duración sino también a las obligaciones financieras", escribieron los jueces en una "opinión".
Estas obligaciones financieras incluyen multas, tasas y costos de tribunales que pueden ascender a varios miles, o decenas de miles, de dólares y ser impagables para muchos.
Los críticos argumentan que esta interpretación del texto limita el número de exconvictos que podrán registrarse antes de las elecciones de noviembre, y acusan a los legisladores republicanos, que son mayoría en la Legislatura de Florida, de obstaculizar el voto de las minorías.
"La decisión de la Corte Suprema de Florida es decepcionante y reduce a la mitad a las 1,4 millones de personas a las que los votantes expresamente quisieron devolverles el derecho a votar", dijo Nancy Abudu, vicedirectora legal de la ONG Southern Poverty Law Center.
De su lado, Desmond Meade, director de la Coalición por la restauración de derechos en Florida que promovió la Enmienda 4, dijo que seguirá luchando para que los exconvictos puedan votar.
"La Enmienda 4 representa la mayor expansión de la democracia en 50 años", declaró. "Hemos sido firmes en lo que creemos que significa 'completar la sentencia' (...) y trabajamos con la Legislatura, los circuitos judiciales y los ciudadanos para buscar una manera en que la gente con obligaciones financieras cumpla su sentencia y se le restablezca el sufragio".
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