RÍO DE JANEIRO (AP) — Luego de días de reportes de un sabor y olor desagradable del agua potable en la zona metropolitana de Río de Janeiro, el gobernador Wilson Witzel pidió análisis de la calidad del agua, así como a la gestión en la empresa local que presta el servicio: Cedae.
“El desorden que la población ha padecido a causa del problema con el agua proporcionada por Cedae es inadmisible”, tuiteó Witzel. Presumiblemente, el gobernador se encuentra de vacaciones con su familia fuera del país.
Ha habido reportes de agua turbia y sucia en decenas de barrios en varias municipalidades. En algunos casos, el agua ha tenido un color rojizo o marrón. Los residentes han empezado a acumular agua embotellada mientras se esparcen rumores en las redes sociales sobre que el suministro público de agua no es apto para su consumo.
Cedae, que proporciona agua a millones de personas en la zona metropolitana de Río, ha dicho que el olor y sabor peculiar se debe a la geosmina, un componente orgánico que es inofensivo. Señaló que el agua cumple con los requerimientos del ministerio de salud y que, aun así, comenzará a utilizar carbón activado en polvo para reducir la geosmina.
“La compañía debe acelerar su solución final para mejorar la calidad del agua y el tratamiento de aguas residuales en las ciudades cercanas a los manantiales”, manifestó Witzel.