MANILA, Filipinas (AP) — Una enorme multitud de católicos filipinos oró por la paz en Medio Oriente al iniciar el jueves la procesión anual del Cristo negro, uno de los mayores eventos religiosos de Asia.
La procesión de un día de la imagen de madera del Nazareno Negro, de siglos de antigüedad, atrae a muchísimos católicos, pobres y descalzos en su mayoría, que cada año oran por los enfermos y por una vida mejor. Esta vez, en una misa celebrada antes del amanecer previa a la procesión, se habló sobre los temores generalizados por el creciente conflicto entre Estados Unidos e Irán.
“Recordemos que, en otras partes del mundo, está gestándose la amenaza de violencia, y esperemos que esto no derive en una guerra”, le dijo el cardenal Luis Antonio Tagle a la multitud en un parque de Manila junto al mar.
El popular clérigo les pidió a las decenas de miles de devotos vestidos con camisas de color granate _el color de la túnica del Nazareno Negro_ que hicieran una breve pausa en silencio y oraran por la paz en Medio Oriente y la seguridad de su gente, incluidos muchos filipinos que trabajan en esa región del mundo.
“Oremos... para que el deseo de aplicar represalias disminuya”, afirmó Tagle.