KANSAS City, Missouri, EE.UU. (AP) — Hay una anécdota que surge de cuando en cuando, y que es desmentida al menos en algunos fragmentos por el entrenador de los Chiefs Andy Reid. Cuenta que el estratega le hizo una llamada telefónica a Travis Kelce cuando Kansas City seleccionó al tight end en la tercera ronda del draft de 2013.
Ambos tuvieron una buena conversación. Reid le dio a Kelce la bienvenida al equipo y le explicó cómo planeaba utilizarlo.
Pero según la historia, también le hizo una advertencia: “No eches esto a perder”.
Cierto o no, el consejo tenía sentido. Kelce había logrado una carrera brillante como colegial en Cincinnati. Sin embargo, se había metido en algunos problemas.
Se le suspendió durante toda la temporada de 2010 por un episodio que los Bearcats consideraron una infracción a las reglas del equipo. Resultó que había dado positivo de marihuana.
Muchos cuestionaron la madurez de Kelce, cuyo hermano Jason llevaba años jugando como centro en la NFL.
“Hay que entender que yo conocía a Travis desde antes que lo eligiéramos. Estuve con su hermano (en los Eagles de Filadelfia), y él iba a visitarlo todo el tiempo”, dijo Reid, al explicar esa llamada telefónica realizada hace casi siete años. “No le pedí que no echara esto a perder ... Sólo le comenté que él sabía cómo trabajo, y que era bienvenido a bordo. También que probablemente yo no sería el más benévolo con él. Y el me respondió: ‘Lo entiendo’”.
Parece que sí lo comprendió.
Tras perderse buena parte de su año de novato para someterse a una cirugía por una microfractura de rodilla, Kelce hizo que todos los involucrados en su reclutamiento lucieran como genios. El ex quarterback ostentó sus dones atléticos, y se ha convertido en el primer tight end en la historia de la NFL con cuatro temporadas consecutivas de 1.100 yardas mediante sus recepciones.
La semana pasada, contribuyó con ocho atrapadas para 74 yardas durante la paliza por 26-3 en Chicago. Y se convirtió en el primero con dos temporadas consecutivas de al menos 1.200 yardas.
Kelce eclipsó las 500 recepciones apenas en su 95to partido. Mejoró en seis encuentros el récord de Kellen Winslow, miembro del Salón de la Fama, para esta posición, y fijó un estándar difícil de alcanzar.
“Esto habla de que he sido muy afortunado por estar en el terreno durante los últimos cuatro años”, dijo Kelce con la modestia que lo ha caracterizado.
Se le preguntó por qué es tan difícil atraparlo.
“Pienso que es simplemente la carne asada de Kansas City, que me brota por los poros. La grasa me vuelve resbaloso cuando estoy jugando”.