El presidente de Estados Unidos Donald Trump dijo el viernes que tuvo una “muy buena conversación” con su homólogo chino, Xi Jinping, respecto del primer acuerdo alcanzado por ambos gobierno para resolver su pleito comercial.
En sus redes sociales, Trump indicó que, en línea con ese acuerdo, China “ya comenzó” a aumentar en “gran escala” sus compras de “productos agrícolas estadounidenses y más”. No obstante, no aclaró la fecha en que el acuerdo -denominado de “fase uno”- será realmente firmado. “La firma formal está siendo tramitada”, expresó.
Asimismo, Trump aseguró que ambos hablaron de las situaciones de Corea del Norte -"donde estamos trabajando con China- y Hong Kong. Definió el avance de la conversación en una palabra: “¡Progreso!”.
El jueves, el secretario del Tesoro estadounidense Steven Mnuchin dijo que el texto del acuerdo de fase uno ya está “en papel” y traducido y no hay nada que pueda estar sujeto a cambios. Indicó que se están haciendo revisiones jurídicas al texto y se firmaría el mes que viene.
Esa "fase uno" incluye la cancelación o reducción de muchos aranceles estadounidenses a productos chinos. A cambio, Pekin se comprometió a aumentar sus compras de productos agrícolas estadounidenses.
El anuncio del acuerdo tuvo lugar el 12 de diciembre, lo que evitó que tres días después Estados Unidos introdujera una nueva ola de aranceles por un total de USD 160.000 millones en bienes de consumo de la nación asiática. Los funcionarios también dijeron que un pacto de fase uno incluiría compromisos chinos de hacer más para detener el robo de propiedad intelectual y un acuerdo de ambas partes de no manipular sus monedas.
Trump había rechazado distintas versiones de un posible acuerdo en el pasado. Los negociadores de ambas partes trabajaron en los términos del acuerdo de fase uno durante meses, después de que el presidente anunciara en octubre que ambos países habían llegado a un acuerdo que podría ponerse en papel en cuestión de semanas.
Estados Unidos ha agregado un arancel de 25% sobre aproximadamente USD 250.000 millones en productos chinos y un gravamen de 15% sobre otros USD 110.000 millones de sus importaciones en el transcurso de una guerra comercial de aproximadamente 20 meses. Las discusiones ahora se centran en reducir esas tasas a la mitad, como parte del acuerdo provisorio que Trump anunció hace casi nueve semanas.
Aplazadas para discusiones posteriores -o una segunda fase- se encuentran cuestiones problemáticas, como las quejas de Estados Unidos desde hace mucho tiempo sobre la vasta red de subsidios –que van desde electricidad barata hasta préstamos a bajo costo– que China ha usado para construir su poder industrial.
Con información de AFP
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