El puerto de Valparaíso exhibe las heridas de las protestas en Chile

Guardar
Locales comerciales incendiados y saqueados, vidrios quebrados, vitrinas tapiadas con paneles de metal; el puerto de Valparaíso, patrimonio cultural de la Humanidad de la Unesco, muestra las heridas de las protestas sociales que llevan dos meses en Chile.
Locales comerciales incendiados y saqueados, vidrios quebrados, vitrinas tapiadas con paneles de metal; el puerto de Valparaíso, patrimonio cultural de la Humanidad de la Unesco, muestra las heridas de las protestas sociales que llevan dos meses en Chile.

Valparaíso, 19 Dic 2019 (AFP) - Locales comerciales incendiados y saqueados, vidrios quebrados, vitrinas tapiadas con paneles de metal; el puerto de Valparaíso, patrimonio cultural de la Humanidad de la Unesco, muestra las heridas de las protestas sociales que llevan dos meses en Chile.La angosta y vetusta calle Carlos Condell, nombrada así en honor a un famoso marino chileno del siglo XIX, era una de las más concurridas del centro de Valparaíso, el lugar donde convivían centenares de locales comerciales, restaurantes, oficinas y bancos. Pero todo cambió el 18 de octubre, cuando comenzó la peor crisis social en Chile en tres décadas y que salda con 24 muertos a nivel nacional.Más de un centenar de locales comerciales de esta arteria fueron saqueados. Algunos, instalados sobre antiguas casonas, fueron calcinados y hoy están abandonados. Otros fueron reconstruidos. Los que quedaron en pie lucen sus vitrinas tapiadas por gruesos latones de metal para evitar nuevos saqueos."Esto tenía vida (…) Ahora (la sensación) es de tristeza; da pena y angustia. Con la edad que yo tengo no voy a alcanzar a ver a mi Valparaíso vivo" otra vez, dice a la AFP Fresia Valdez, de 72 años, una jubilada que visiblemente afectada caminaba por calle Condell, impregnada del olor a metal fundido durante el proceso de soldadura de las planchas con las que se resguardan las puertas de un banco que fue atacado varias veces por encapuchados."Estamos protegiendo el banco de los disturbios y de los saqueos. Este banco igual lo vandalizaron; entraron y rompieron cosas", explica Andrés Varas, un soldador de 39 años, quien ha hecho el mismo trabajo en otras 20 sucursales bancarias de toda la región de Valparaíso, de casi un millón de habitantes, uno de los lugares turísticos más visitados de Chile.Hace 16 años, el casco histórico de este añejo puerto -famoso por las casas multicolores y los ascensores que cuelgan de sus casi cuarenta cerros- fue reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por su historia, arquitectura y desarrollo urbano.Los vecinos afirman que los daños son más notorios en el centro de la ciudad, donde también fue incendiado el edificio del periódico El Mercurio, el más antiguo de habla hispana en circulación. En los cerros, donde entre otros atractivos turísticos se emplaza una de las casas del poeta Pablo Neruda, la destrucción ha sido menos evidente.Pero las protestas han provocado un duro golpe a la actividad turística, uno de los principales motores económicos de esta ciudad, ubicada 120 km al oeste de Santiago, y que alberga también la sede del Congreso chileno.Durante octubre, su ocupación hotelera cayó a la mitad, mientras que las ventas del comercio descendieron 17,2%, de acuerdo a un informe de la Cámara de Comercio de Valparaíso. - Tenemos miedo – Al caer la tarde, las calles del centro de Valparaíso comienzan a vaciarse y en el rostro de las pocas personas que aún circulan por allí se nota la ansiedad por volver pronto a sus hogares. Los comerciantes afirman que antes del estallido social el movimiento no paraba hasta altas horas de la noche, más aún en el verano austral, cuando cerca de dos millones de personas visitan el puerto."Uno se está privando de hacer compras (…) A las cuatro o cinco de la tarde, no tienes dónde comprar", afirma Fresia Valdez."Antes en las calles se podía caminar tranquilamente y ahora la gente anda con miedo. Se van todos súper temprano" a sus casas, sostiene por su parte Hugo Morales, un comerciante de 72 años, dueño desde hace 50 años de un quiosco que fue saqueado e incendiado.A pocos metros de los rastros del que fue su negocio por cinco décadas, se encontraba una enorme tienda de venta de automóviles, que también fue totalmente quemada. Los fierros de la estructura, retorcidos por el fuego, se mezclan con los restos de vehículos calcinados y los vendedores ambulantes afirman que el lugar es ahora "un nido de vagos".Las ciudades de Chile más afectadas por la violencia son Santiago, Valparaíso y Concepción (la más importante del sur chileno), donde la destrucción de infraestructura pública alcanza a los 2.500 millones de dólares, según un informe de la Cámara Chilena de la Construcción.msa/pa/gv -------------------------------------------------------------

Guardar