Las autoridades australianas declararon el jueves el estado de emergencia durante siete días por incendios en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, después de que se registrara una ola de calor que avivó los fuegos sin precedentes en la región.
La primera ministra de este estado oriental de la isla continente, Gladys Berejiklian, justificó esta decisión por "condiciones meteorológicas catastróficas".
Un centenar de fuegos forestales asolan Nueva Gales del Sur desde hace semanas, entre los cuales la mitad siguen sin estar controlados, provocando nubes de humo tóxicas que alcanzaron Sídney, la ciudad más grande de Australia.
Este martes ha sido, según la Oficina Meteorológica Nacional, el día más caluroso en Australia desde que se dispone de datos, con un promedio nacional de las temperaturas máximas de 40,9 °C.
El récord anterior se remonta a enero de 2013 y fue de 40,3 °C, recuerda la oficina, que pronostica que esta temperatura se superará próximamente debido a la ola de calor.
Las organizaciones médicas advirtieron el lunes de que Sídney se enfrenta a una "emergencia de salud pública" por los gases tóxicos que envuelven la ciudad desde hace semanas debido a los incendios.
Cientos de incendios, especialmente relacionados con el cambio climático, han devastado Australia desde septiembre.
dm/ft/bc/erl