MADRID (AP) — El futbolista ucraniano a quien un grupo de aficionados tachó de nazi durante un encuentro de la segunda división española había sido objeto de insultos desde antes.
Al final de la temporada pasada, Roman Zozulia, delantero del Albacete, recibió incluso amenazas de muerte por parte de aficionados durante un encuentro ante Deportivo Lugo.
El domingo, el duelo entre Albacete y Rayo Vallecano quedó suspendido al entretiempo, luego que hinchas insultaron a Zozulia mediante cánticos y un cartel desplegado en el graderío. La Liga española informó que los integrantes de los dos conjuntos pidieron al árbitro no seguir jugando.
El marcador estaba empatado sin goles.
En marzo, durante un encuentro en la cancha de Deportivo Lugo, los aficionados locales corearon repetidamente “muera Zozulia”. La Liga Española denunció en su momento esos cánticos ante la Federación.
Hubo reportes de otros partidos en que el delantero fue insultado por seguidores de distintos clubes.
Mediante un comunicado emitido el lunes, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) confió en que haya una firme condena al nuevo incidente.
“AFE solicita que se actúe con firmeza y que se adopten medidas de carácter disciplinario y preventivo para evitar y erradicar este tipo de conductas en los terrenos de juego”, manifestó la organización gremial.
La Comisión Nacional contra la Violencia en los espectáculos, y la Federación Española de Fútbol, podrían analizar el caso.
A comienzos de 2017, Zozulia acaparó los titulares de la prensa, al cancelarse el acuerdo de préstamo que lo cedía del Real Betis al Rayo Vallecano. Seguidores de ese último club protestaron contra la operación, al acusar al jugador de estar conectado con grupos radicales en su país de origen.
Zozulia ha negado siempre dichos vínculos.
Los aficionados del Rayo comenzaron a criticar a Zozulia en las redes sociales, incluso antes de que se anunciara oficialmente el préstamo. Algunos aficionados insultaron al futbolista cuando llegó al centro de entrenamiento del club, y se mostró una manta con un mensaje, exigiendo al deportista que se marchara.
Zozulia volvió al Betis pero no pudo jugar, dado que el préstamo se realizó apenas antes de que venciera el plazo para realizar transferencias. Fue contratado después por el Albacete de la segunda división, donde milita desde entonces.
La decisión sobre si se completará el partido del domingo corresponde a la Federación.
Algunos compañeros de Zozulia dijeron que el jugador lloró, y llegó devastado a los vestuarios, de acuerdo con el dirigente del Albacete, Víctor Varela.
El presidente de Rayo, Martín Presa, dijo que el club de los suburbios de Madrid estaba avergonzado por el episodio.
“Es una noche muy triste para el Rayo y el deporte”, indicó Presa. “Queremos condenar tajantemente los insultos que una parte de la afición, ubicada en el fondo, ha proferido a un jugador rival”.
El lunes, jugadores y cuerpo técnico del Rayo emitieron un comunicado en el que deploraron el incidente y exhortaron a “eliminar cualquier tipo de violencia, racismo y xenofobia de nuestros estadios de fútbol”.
Antes del partido, Néstor Susaeta, volante del Albacete, dijo que el equipo respaldaría plenamente a Zozulia, incluso si decidía no jugar el partido en Vallecas.