Demócratas y republicanos se enfrentaron duramente este lunes al ofrecer conclusiones opuestas sobre la investigación con miras a destituir al presidente Donald Trump, ilustrando las profundas divisiones partidistas en Estados Unidos.
En este clima de crispación, que atraviesa igualmente a la sociedad estadounidense, se inició la presentación de conclusiones -por legisladores y expertos- relacionadas con el caso ucraniano, por el cual los demócratas acusan a Trump de abuso de poder.
La oposición demócrata presentó sus conclusiones contra el mandatario republicano, antes de una votación crucial en la Cámara de Representantes sobre una posible acusación formal que podría celebrarse antes de Navidad.
En la noche del lunes, el diario The Washington Post dijo, citando a tres funcionarios cercanos al asunto, que los demócratas presentarán el martes dos artículos de impeachment, uno sobre abuso de poder y otro sobre obstrucción al Congreso.
CNN agregó, según sus propias fuentes, que un tercer artículo sobre obstrucción de la justicia está todavía en discusión.
El Comité Judicial será el encargado de aprobar esos cargos, lo que ocurrirá, casi con seguridad, esta semana.
Tras una audiencia de cerca de 10 horas marcada por la dureza de los enfrentamientos verbales, el jefe demócrata del Comité Judicial de la Cámara Baja, Jerry Nadler, dejó clara su postura.
La conducta de Trump "es, por supuesto, merecedora de una acusación formal", declaró sin precisar los siguientes pasos de los demócratas, mayoritarios en la Cámara.
El mandatario republicano "ha puesto sus propios intereses por encima de nuestra seguridad nacional" y "sigue representando una amenaza para la integridad de nuestras elecciones y nuestro sistema democrático", insistió Nadler.
- "Espectáculo político" -
Los republicanos siguieron, por su parte, la línea de defensa emprendida por la Casa Blanca y denunciaron "un espectáculo político".
Los demócratas "no logran asumir el hecho de que Donald Trump es presidente", declaró el número dos republicano del Comité, Doug Collins.
El presidente Trump reconoció este lunes que había visto "un poco" la audiencia. "Es una vergüenza, una manipulación", dijo sobre la investigación en su contra.
La oposición abrió en septiembre una investigación contra Trump en la Cámara Baja, después de que se informara que había instado a Ucrania a investigar a Joe Biden, bien posicionado para enfrentarse al presidente en las elecciones de noviembre de 2020.
Según los demócratas, el presidente abusó de su poder al presionar a Kiev, supeditando una importante ayuda militar destinada al país, en guerra con separatistas prorrusos en el este, a la investigación sobre Biden y los negocios de su hijo Hunter en Ucrania.
Dada la mayoría demócrata en la Cámara, Trump se convertirá muy probablemente en el tercer presidente de la historia, tras Andrew Johnson y Bill Clinton, de enfrentar un juicio político. Sin apoyo entre los suyos, Richard Nixon renunció antes de la votación en el Congreso.
Pero es probable que Trump sea absuelto en el Senado, donde los republicanos son mayoría y el presidente cuenta con un apoyo amplio.
- Contraataque republicano -
Las semanas de audiencias y de pesquisas no han cambiado en absoluto la postura de ambos partidos, como quedó claro este lunes.
"Durante meses, el presidente Trump ha llevado a cabo un complot para solicitar ayuda extranjera en su campaña de reelección en 2020", afirmó un jurista que representaba a los demócratas, Daniel Goldman.
El abogado Steve Castor, al servicio de los republicanos, consideró por su parte que los demócratas no pudieron demostrar un abuso de poder en esta investigación "apresurada".
Castor mencionó además en varias ocasiones a Biden y su hijo. Este último accedió al consejo de administración de un gran grupo gasístico ucraniano, Burisma, cuando su padre era vicepresidente de Barack Obama, lo que lleva a Trump a tachar a Joe Biden de corrupto.
Esas acusaciones son parte de los distintos contraataques lanzados por el presidente para deslegitimar las distintas investigaciones iniciadas contra él desde su llegada a la Casa Blanca, en enero de 2017.
Antes del caso ucraniano, los más de dos años de pesquisas sobre la interferencia de Rusia en la campaña presidencial de 2016 también eran, según Trump, "una caza de brujas" contra él e incluso "un intento de golpe de Estado".
Pero un informe oficial publicado este lunes desmintió sus alegatos al descartar que el FBI tuviera algún motivo político oculto cuando abrió una investigación sobre posibles vínculos entre el equipo de campaña de Trump y Moscú.
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