Expertos en derechos humanos debaten medidas de FIFA y COI

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GINEBRA (AP) — El acto de equilibrismo que realizan los organismos rectores del deporte para impulsar políticas progresistas y respaldar a países que albergan grandes eventos pero que tienen antecedentes cuestionables en materia de derechos humanos fue el tema central de un debate realizado el jueves bajo el auspicio de Naciones Unidas.

Los delegados en la conferencia anual del Centro para el Deporte y los Derechos Humanos emitieron elogios y críticas hacia la FIFA y el Comité Olímpico Internacional.

Algunos encomiaron al órgano rector del fútbol como un modelo a seguir, por incorporar recientemente en sus estatutos una política sobre derechos humanos, los cuales deben tomarse en cuenta incluso a la hora de elegir países sede del Mundial.

“Es un manual de lo que podría hacer una federación”, dijo al público Minky Worden directora de Human Rights Watch, durante un debate que sentenciaba: “Todos los gobiernos cometen abusos a los derechos humanos y todos los organismos deportivos son cómplices”.

Algunos críticos recordaron que, hace apenas un mes, el Consejo de la FIFA eligió a China para albergar el Mundial de Clubes de 2021 sin que se presentara otro candidato.

Esa decisión, anunciada el 24 de octubre en Shanghái, surgió “en una contravención directa de las obligaciones estatutarias de la FIFA para realizar una auditoría de derechos humanos”, indicó Craig Foster, exjugador de Australia y abogado de derechos humanos, en las oficinas generales de la ONU en Europa.

Foster destacó el trato dado por China a los musulmanes en el noroeste del país. En sus comentarios de apertura del Foro Sporting Chance, que se realizará durante dos días, preguntó “si el deporte está dispuesto a contribuir potencialmente con (la solución de los problemas mundiales), o bien a exacerbarlos o condonarlos”.

El mes pasado en China, el presidente de la FIFA Gianni Infantino había defendido el otorgamiento de la sede.

“No es la misión de la FIFA resolver los problemas del mundo”, dijo entonces.

El COI realizará pronto uno de sus grandes eventos en China. Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 se llevarán a cabo en Beijing. En 2008, esa misma ciudad fue sede de los Olímpicos de verano, y ello no derivó en el tipo de reformas del Estado que muchos esperaban.

Al igual que la FIFA, la política del COI plantea exigencias de derechos humanos para otorgar sedes, pero éstas no entrarán en efecto sino hasta después de Beijing 2022, para los Juegos de verano de París 2024.

“La gente de derechos humanos no quiere esperar”, dijo a The Associated Press Mary Harvey, directora de organización de la conferencia y medallista de oro olímpica en fútbol.

Worden dio detalles sobre el tipo de abusos a los derechos humanos que se relacionan con la realización de grandes sucesos deportivos: Expulsiones forzadas de residentes de ciertas zonas sin compensaciones, empleo de trabajadores migrantes para la construcción con el riesgo de morir por causas que podrían prevenirse, arresto de activistas y cortes del acceso a internet.

Se concede a la FIFA el mérito de instar a Qatar a implementar reformas laborales que protejan mejor a cientos de miles de trabajadores migrantes involucrados en los colosales proyectos de construcción llevados a cabo durante una década bajo un calor abrasador a fin de que el país esté listo para realizar el Mundial de 2022.

Eventualmente, el Sindicato Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera alcanzó acuerdos con las autoridades de Qatar. No lo ha conseguido con los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

“Tengo que dar el crédito a la FIFA. Ellos intervinieron”, dijo en la conferencia Jin Sook Lee, del Sindicato en cuestión. “Es algo que nos gustaría ver con el COI”.

El COI está creando su propio marco de políticas estratégicas, y ha nombrado para esas iniciativas a Zeid Ra’ad al Hussein, quien fue Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y a Rachel Davis, quien preside la junta asesora de la FIFA y cofundó Shift, una agencia sin fines de lucro con sede en Nueva York.

“Es un equipo significativo”, consideró Harvey, quien fue también campeona en el Mundial de 1991.

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