El 20 julio de 1969 la misión espacial Apolo 11 llegó a la Luna. A casi 50 años de aquel histórico día, nos replanteamos qué hay de cierto en esa frase que se suele repetir con frecuencia y que dice que: un celular hoy en día tiene mayor poder computacional que la computadora que se llevó a bordo del famoso cohete.
Abordo de la nave había una computadora llamada Apollo Guidance Computer (AGC),que tuvo un rol fundamental en el programa espacial. El equipo tenía la misión de proporcionar la capacidad de cálculo necesaria para controlar la orientación, y la navegación del módulo de mando (CM, de Command Module) y del módulo lunar (LM, de Lunar Module).
La AGC y su interfaz DSKY fueron desarrolladas a principios de los años sesenta por el MIT Instrumentation Laboratory.
La AGC tenía 2048 palabras de memoria RAM, que es de acceso aleatorio y es donde se cargan todas las instrucciones que ejecuta el procesador. Cada palabra estaba comprendida por 16 dígitos binarios o bits. Cada bit puede tener valor 0 o 1. Esto quiere decir que la computadora Apolo tenía 32.768 bits de memoria RAM, según analiza Graham Kendall, profesor de ciencia de la computación en la Universidad de Nottingham, en un artículo publicado en The Conversation.
El equipo tenía, además, 72 KB de ROM, un tipo de almacenamiento que sólo permite la lectura de la información y no su escritura. El ROM contiene principalmente el firmware.
Si quisiéramos comparar esos datos con un smartphone moderno, los números son bastante diferente: un celular hoy en día puede tener 4 GB de RAM, es decir 34.359.738,368 bits, lo cual es más de un millón de veces más que la memoria RAM que tenía la computadora de Apolo.
En los smartphones, el uso de la ROM fue reemplazado por particiones dedicadas en la memoria interna (eMMC o UFS) que se han configurado al modo de sólo lectura a través de software. Y esa memoria interna puede llegar a 512 GB, que equivale a 4.398.046.511.104 bits, lo cual es casi cuatro millones de veces superior que el ROM de la computadora de Apolo.
Aquella computadora tenía, además, un procesador que corría a 0,043 MHz. Hoy en día, un procesador de última generación de un smartphone de alta gama tiene ocho núcleos de los cuales cada uno puede llegar hasta los 2,73 GHz. Esto aporta una velocidad 63.488 veces superior (2730MHz / 0,043MHz) a la de aquel CPU.
La computadora de Apolo 11 era un gran avance para la época a pesar de que, tal como se ve, la memoria y capacidad de procesamiento era muy inferior al "cerebro" que tienen los celulares hoy en día, sin embargo, la pregunta que uno puede hacerse es: ¿de qué manera mejoraría hoy la experiencia de aterrizaje en la Luna tener una computadora súper potente?
"Mejoraría en muchas cosas, como por ejemplo en el procesamiento de todos los sistemas de control que se utilizan. Al poder resolver algoritmos matemáticos en menor tiempo y con mayor precisión, no solo se reduce el número de tareas que deben hacer los astronautas, sino que también la maquina puede realizar más procesos", explicó a Infobae el ingeniero Nicolás Florio, colaborador del Museo de Informática de Argentina.
¿En cuánto hubiese ayudado para la misión espacial tener, en aquel entonces, una computadora con los niveles de procesamiento y memoria que tienen los celulares modernos? "Es difícil decir exactamente cuánto y de qué manera. Pero podemos afirmar todos los procesos realizados por las computadoras de esa época se verían mejorados millones de veces si se realizan con la tecnología usada actualmente en los celulares modernos", concluyó Florio.
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