Tres buques con combustible destinado a Bolivia están fondeados en el norte de Chile desde hace varias semanas y no realizaron la descarga del carburante cuando la terminal estaba habilitada para hacerlo, según confirmó a Infobae el capitán del puerto de Arica, Cristhian León Zabala.
Según el portal de tráfico marino Marine Traffic, los barcos llegaron al puerto entre el 30 de septiembre y el 8 de octubre. Se trata de la embarcación Fourni, que partió el 19 de septiembre desde el puerto de Punta Loyola, al sur de Argentina, y llegó a Arica el 30 de septiembre. El segundo en arribar fue Cururo, que partió el 14 de septiembre desde Vancouver, Canadá, y llegó el 3 de octubre. El tercero es Largo Edén, que salió de Houston, Estados Unidos, el 25 de septiembre de 2024 y llegó al puerto el 8 de octubre.
Los tres buques tendrían que descargar el combustible en la terminal de Sica Sica, que es operada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) gracias a una concesión vigente hasta 2043, para luego ser despachado mediante camiones cisterna a Bolivia.
León confirmó a Infobae la presencia de los buques e informó que la terminal estuvo habilitada para realizar operaciones entre el 15 y el 18 de octubre, cuando fue temporalmente “cerrada” debido a que las condiciones meteorológicas presentes exceden las limitaciones operacionales establecidas.
Durante esta jornada, Infobae intentó comunicarse con funcionarios de YPFB, a través de dos encargados de comunicación, pero hasta la publicación de esta nota no se logró concertar una entrevista para explicar el motivo por el cual no se descargó el carburante. El capitán del puerto desconoce las causas y afirmó “son temas logísticos y comerciales” ajenos a sus responsabilidades.
Actualmente Bolivia atraviesa una aguda crisis de combustible. A las crecientes dificultades para importar diésel y gasolina por la falta de dólares en el país, en la última semana se sumó un bloqueo en la ruta internacional 11CH, que conecta Arica con la frontera con Bolivia e impide el tránsito de cisternas.
La medida de presión la realizan los trabajadores de Quiborax -tercera productora de boro a nivel mundial-, quienes protestan por una resolución que ordenó paralizar las faenas de la minera hasta el 31 de diciembre, debido a daños ambientales.
Por medio de gestiones del Gobierno de Bolivia con el de Chile, se logró un cuarto intermedio en la protesta con lo que algunas cisternas llegaron al país. El anterior fin de semana, se informó que al menos 150 camiones ingresaron a Bolivia.
Bolivia depende de la importación de combustible. Según información del Gobierno, el país importa el 86% del diesel que consume y el 56% de la gasolina que necesita para el mercado interno.
A esta irregularidad en el tránsito internacional, se suma un bloqueo en Bolivia que tiene incomunicado al oriente y occidente del país desde hace diez días. El departamento de Cochabamba, donde está una de las dos refinerías que produce combustible, está cercado por los simpatizantes de Evo Morales que exigen acciones económicas y políticas al Gobierno, y que respaldan a su líder político de acusaciones penales por estupro y trata de personas.
La crisis energética ha llevado al Ministerio de Trabajo a decretar tres días de jornada laboral continua, en cuatro ciudades, para reducir el flujo vehicular y no descartan que ésta se amplíe al resto de la semana. En tanto, transportistas urbanos de La Paz realizaron un bloqueo este miércoles para protestar contra la falta de diésel y exigir el ajuste de tarifas.
Según un ex funcionario de YPFB que pidió no ser identificado, la cuestión de la distribución es circunstancial y no se vislumbra una solución estructural para la carencia de combustible. “No todo es culpa de los bloqueos. El problema de fondo es la falta de plata y la falta de producción”, afirmó.