(Desde Washington, Estados Unidos) - Israel anticipó a Estados Unidos su ataque limitado contra Irán con drones y misiles, que no habría causado víctimas civiles ni daños en instalaciones consideradas clave para Teherán. La Casa Blanca y el G7 instaron a evitar un agravamiento en la crisis de Medio Oriente, pero no descartan en el tiempo una réplica del gobierno iraní.
“No voy a hablar de eso, excepto para decir que Estados Unidos no ha estado involucrado en ninguna operación ofensiva”, señaló el secretario de Estado, Antony Blinken, cuando le preguntaron sobre el ataque de israel a Irán.
Y añadió durante una conferencia de prensa en la cumbre del G7 en Capri (Italia): “Todo lo que puedo decir es que por nuestra parte y por todo el G-7, nuestro enfoque ha estado en reducir las tensiones y evitar un conflicto mayor”.
Pese a la cautela de Blinken ante los periodistas, el canciller italiano Antonio Tajani confirmó un dato clave que Infobae tenía de la Casa Blanca. “En el último minuto, Israel informó a Estados Unidos”, dijo Tajani.
La información recogida en el Ala Oeste de la Casa Blanca y el Departamento de Estado asegura que el ataque limitado se focalizó en objetivos militares cercanos a la ciudad de Isfahan, que tiene plantas dedicadas a desarrollar la carrera nuclear de Irán. Los voceros consultados por Infobae en la administración demócrata afirmaron que no hubo daño en esas instalaciones vinculadas al proyecto nuclear iraní.
A su vez, la Agencia Internacional de Energía Atómica, en su cuenta oficial en X (antes Twitter) posteó la siguiente comunicación oficial:
“La OIEA puede confirmar que no hay daños en las instalaciones nucleares de Irán. El Director General Rafael Grossi sigue pidiendo a todo el mundo una moderación extrema y reitera que las instalaciones nucleares nunca deben ser un objetivo en los conflictos militares. La OIEA está siguiendo muy de cerca la situación”.
A diferencia de otros hechos traumáticos en Medio Oriente -el ataque terrorista de Hamas a Israel o la réplica israelí sobre el consulado de Irán en Siria-, no hubo repercusión en los medios locales que habitualmente potencian las reacciones políticas del premier israelí Benjamín Netanyahu y el presidente iraní Ebrahim Raisi.
En ambos casos, la televisión de israel y de Irán redujeron a la mínima expresión la noticia del ataque acotado sobre Isfahan. Es más: en la Casa Blanca aseguran que Israel atacó otras ciudades de Irán, pero que esa información es un secreto de Estado que sólo se filtrará a los medios con la autorización de Jerusalem.
Aunque la estrategia de los protagonistas en el conflicto apunten a bajar el tono de la confrontación, Israel e Irán son enemigos irreconciliables con frentes abiertos en Gaza y la frontera sur del Líbano. Hamas se resiste a un cese del fuego para liberar a los rehenes que mantiene cautivos en La Franja, mientras que Hezbollah todos los días ataca al norte de Israel con los misiles entregados por Irán.
A la espera de una respuesta de Irán, Estados Unidos y el G7 continúa definiendo las próximas sanciones comerciales contra el gobierno de Teherán. Durante la cumbre de Capri, Blinken y sus colegas de Alemania, Canada, Francia, Italia, Japón y Reino Unido acordaron en establecer nuevos limites de exportación para evitar que Teherán acceda a piezas claves para fabricar sus drones -que vende a Rusia- y sus misiles que entrega a Hezbollah en el Líbano.
El G7 resolvió -por ahora- excluir medidas que afecten la venta de petróleo iraní, ya que esa sanción comercial afectaría los intereses de China, uno de los principales compradores de Teherán. Las medidas definidas en la cumbre de Capri se anunciarían durante la próxima semana.