El diputado chavista Alberto Aranguibel generó indignación con una serie de posteos antisemitas en las redes sociales.
“Hitler no merecía haber abandonado la vida tan prematuramente; le faltaba mucho por hacer con su gran obra en beneficio de la humanidad. Hoy lo sabemos cuando vemos la atrocidad del genocidio de Israel contra el pueblo palestino”, escribió Aranguibel en la red social X, antes conocida como Twitter.
A un usuario que lo cuestionó le respondió: “Anda y dale un hijo a Netanyahu y después te suicidas. Será tu mayor logro en la miserable vida fascista que te pretendes, cretino”.
Alberto Aranguibel es diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por el estado de Miranda y miembro de la Comisión Permanente del Poder Popular y Comunicación. Es muy activo en las redes, donde postea mensajes llenos de odio contra Israel, y donde suele retuitearse a sí mismo.
El 24 de diciembre escribió: “Lo que dice hoy la mediática pro sionista y pro imperialista justificando el genocidio israelí contra el pueblo palestino, solo confirma que lo que hizo ayer Hitler contra los judíos era correcto. No hay otra lectura”.
Este jueves también retuiteó una respuesta de un usuario que reza: “Totalmente de acuerdo. Los judíos son enemigos del mundo”.
La oficina latinoamericana del Centro Simón Wiesenthal, organismo internacional de derechos humanos que enfrenta el racismo, la xenofobia, la discriminación, el terrorismo y el antisemitismo, repudió los mensajes del diputado chavista y escribió: “Cuando desde la izquierda reivindican al mayor odiador de la historia, queda claro que el odio es ambidiestro. Y el objetivo común es el judío. El antisemitismo siempre presente cuando la democracia y la convivencia en la diversidad están ausentes”.
“El antisemitismo se ha expresado a lo largo de los siglos como oposición política a los judíos, odio religioso, desprecio cultural, xenofobia o racismo. Es un virus cambiante que se ha adaptado a los prejuicios imperantes en las distintas épocas”, dice una nota del New York Times que intenta entender este fenómeno de odio. Explica que también puede adoptar la forma de odio político, y el sionismo -es decir, el apoyo a la existencia de un Estado judío, por oposición a cualquiera de sus políticas- es hoy la principal expresión de la política judía.
“Para el antisemita alemán del siglo XIX, los judíos eran impostores y estafadores: impostores, porque afirmaban ser ciudadanos de Alemania cuando los antisemitas afirmaban que eran ‘semitas’; estafadores, porque se dedicaban a estafar a los ‘verdaderos’ alemanes su patrimonio. Para el antisionista del siglo XXI, los judíos son impostores y estafadores: impostores, porque afirmaban tener vínculos ancestrales con Tierra Santa cuando los antisionistas afirman que son colonizadores de Europa; estafadores, porque se dedicaban a estafar a los palestinos con su patrimonio” explica el artículo.
En ambos casos, los judíos son vistos como “los otros”. Pero es importante recordar: “Cada vez que el antisemitismo asoma la cabeza, no son sólo los judíos los que están en el punto de mira. Se trata de la libertad, la educación y la dignidad humana, valores que todos deberíamos compartir, seamos judíos o no”.