Una destacada líder de la comunidad negra del noreste brasileño, conocida por su lucha contra el racismo, fue asesinada a tiros por hombres enmascarados, crimen que provocó el viernes la condena del presidente Lula da Silva y de activistas.
María Bernadete Pacífico, una líder muy respetada de los “quilombos” de Brasil -centenarias comunidades negras fundadas por esclavos fugitivos- fue baleada el jueves por dos hombres que llevaban cascos de motocicleta e irrumpieron en un edificio en el quilombo Pitanga dos Palmares, cerca de la ciudad de Salvador, según el ministerio de Seguridad del estado de Bahía.
Conocida como “Mãe (Mamá) Bernadete”, Pacífico, de 72 años, fue coordinadora del Consejo Nacional de Quilombos (CONAQ) de Brasil, ex ministra de igualdad racial de la ciudad del noreste Simoes Filho y líder religiosa afrodescendiente.
También había luchado porque se hiciera justicia por el asesinato de su hijo, Flavio Gabriel Pacífico dos Santos, otro líder comunitario asesinado a tiros hace seis años.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su “dolor y preocupación” por el crimen. “Esperamos una investigación rigurosa”, advirtió en un mensaje publicado en X (antes Twitter).
Lula dijo que los ministerios de Igualdad Racial y de Derechos Humanos habían designado representantes para acompañar la investigación.
El ministerio de la Mujer, en tanto, condenó el “brutal asesinato” en un comunicado.
La presidenta del Supremo Tribunal Federal, Rosa Weber, recordó haber conocido a Pacífico hace menos de un mes, durante una visita a Bahía.
“Ella me habló sobre la violencia a la que los quilombolas se enfrentan y el dolor de perder a su hijo, alcanzado por 14 disparos, en un caso que todavía no fue resuelto”, dijo Weber en un nota.
Los medios brasileños dijeron que Pacífico había reportado ser blanco de amenazas de agricultores, que tienen frecuentes disputas por la tierra con quilombos y comunidades indígenas.
Fundados por esclavos fugitivos en los siglos XVII y XVIII, los cerca de 3.500 quilombos en Brasil albergan a 1,3 millones de personas, según cifras del censo de 2022.
Las comunidades siguen siendo un símbolo de resistencia y lucha contra el racismo en Brasil, que fue el último país de América en abolir la esclavitud, en 1888.
Con información de AFP
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