Alrededor de 2.000 personas desafiaron la prohibición de participar el sábado en una concentración en el centro de París en memoria de un joven negro que murió bajo custodia policial, mientras en toda Francia se celebraban marchas para denunciar la brutalidad policial, en un momento de gran tensión tras días de disturbios en los que se vio envuelto el país.
Siete años después de la muerte de Adama Traore, su hermana tenía previsto encabezar una marcha conmemorativa anual al norte de París, en Persan y Beaumont-sur-Oise.
Pero un tribunal, temeroso de que se reavivaran los recientes disturbios provocados por la muerte a manos de la policía de Nahel M., de 17 años, en un control de tráfico cerca de París, dictaminó que había demasiadas probabilidades de que se produjeran disturbios públicos como para permitir que se celebrara la marcha.
En un vídeo publicado en Twitter, Assa Traore, hermana mayor de Adama, denunció la decisión. “El gobierno ha decidido echar leña al fuego” y “no respetar la muerte de mi hermano pequeño”, afirmó.
En su lugar, acudió a una concentración en la céntrica plaza de la República de París para decir “al mundo entero que nuestros muertos tienen derecho a existir, incluso muertos”.
“Marchamos por la juventud para denunciar la violencia policial. Quieren ocultar nuestras muertes”, dijo en la concentración, a la que también asistieron varios legisladores. “Autorizan las marchas de los neonazis, pero a nosotros no nos dejan marchar. Francia no puede darnos lecciones de moral. Su policía es racista y violenta”, afirmó.
La manifestación de París también había sido prohibida por considerar que podía alterar el orden público y se ha abierto una causa judicial contra Assa Traore por organizar el acto, según la policía.
“Las libertades públicas pierden terreno poco a poco”, declaró Sandrine Rousseau, diputada del partido verde EELV.
Jean-Luc Melenchon, líder del partido de izquierda radical France Unbowed, fustigó al gobierno en Twitter.
“De la prohibición a la represión... el líder está llevando a Francia a un régimen que ya hemos visto. Peligro. Peligro”, tuiteó, refiriéndose al régimen de la Segunda Guerra Mundial del líder de Vichy, Philippe Petain, que colaboró con los nazis.
Muchos de los asistentes a la concentración gritaron “Justicia para Nahel” antes de dispersarse tranquilamente a última hora de la tarde.
Sin embargo, uno de los hermanos de Assa Traore fue detenido como sospechoso de violencia contra una persona que ejerce autoridad pública, según informó la policía, sin dar más detalles.
También se celebraron unas 30 manifestaciones contra la violencia policial en toda Francia, entre ellas en la ciudad portuaria de Marsella (sur) y en Estrasburgo (este). Las autoridades de Lille prohibieron una concentración.
Dolor y rabia
Varios sindicatos, partidos políticos y asociaciones habían pedido a sus simpatizantes que se unieran a la marcha en favor de Traore, mientras Francia se tambalea tras las acusaciones de racismo institucionalizado en sus filas policiales a raíz del tiroteo de Nahel M.
Traore, que tenía 24 años, murió poco después de su detención en 2016, desencadenando varias noches de disturbios que se desarrollaron de forma similar a los disturbios de una semana que estallaron en todo el país tras el tiroteo a quemarropa de Nahel.
La muerte del adolescente el 27 de junio reavivó acusaciones de larga data de racismo sistémico entre las fuerzas de seguridad, y un comité de la ONU instó a Francia a prohibir los perfiles raciales.
El Ministerio de Asuntos Exteriores rebatió el sábado lo que calificó de observaciones “excesivas” e “infundadas” del comité.
El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), formado por 18 expertos independientes, pidió el viernes a Francia que apruebe una legislación que defina y prohíba los perfiles raciales y cuestionó el “uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas del orden”.
“Todo perfil étnico por parte de las fuerzas del orden está prohibido en Francia”, respondió el ministerio, añadiendo que “la lucha contra los excesos en la elaboración de perfiles raciales se ha intensificado”.
Los partidos de extrema derecha han vinculado los disturbios más intensos y generalizados que ha vivido Francia desde 2005 a la inmigración masiva, y han exigido que se limite la llegada de nuevos inmigrantes.
Los grupos de campaña afirman que las “marchas ciudadanas” del sábado serán una oportunidad para que la gente exprese su “dolor y rabia” por las políticas policiales discriminatorias, especialmente en los barrios obreros.
Más de 3.700 personas han sido detenidas por la policía en relación con las protestas desde la muerte de Nahel, entre ellas al menos 1.160 menores, según cifras oficiales.
Con información de AFP
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