¿Intentó Donald Trump revertir a la fuerza los resultados de la elección presidencial de noviembre de 2020? Esa es la cuestión.
Un comité de la Cámara Baja del Congreso de los Estados Unidos fue encomendado a investigar qué ocurrió el trágico 6 de enero de 2021, cuando un grupo de expresos simpatizantes del ex presidente Trump entró a la fuerza al Capitolio, mientras se aceptaba el conteo oficial de la elección de noviembre que le daba por ganada la presidencia a Joe Biden.
Los hechos están claros. Quienes ingresaron al Capitolio infringieron la ley, no hay duda de ello. Pero la gran duda es si este grupo estuvo o no instigado desde la Casa Blanca, y más específicamente, si el entonces presidente Trump sabía de y apoyaba la toma al Capitolio.
Las audiencias han tenido un pequeño retraso hoy, ya que horas antes de que comiencen los interrogatorios del día, el testigo clave anunció que no se presentaría. Se trata de Bill Stepien, ex director de la campaña de reelección. Su participación en los interrogatorios estaba supuesta a basarse en si el entonces presidente presionó a su equipo para que encuentren pruebas que confirmen una teoría conspirativa que indica que hubo fraude electoral. La justicia federal y en varios estados han desestimado cualquier irregularidad.
Pero más allá de aporte que pudo haber hecho Stepien, hay miembros del comité que ya han declarado que creen tener pruebas suficientes en contra de Trump. El representante demócrata por California, Adam Schiff, aseguró que le gustaría que el Departamento de Justicia “investigara cualquier acusación creíble de actividad delictiva por parte de Donald Trump”.
Según las exposiciones de varios miembros del comité, el entonces presidente Trump desoyó en varias oportunidades a sus propios asesores que no creían en la teoría del fraude electoral. Sin embargo, según quedó demostrado en las primeras audiencias que se celebraron la semana pasada, el ex presidente no habría estado solo en sus teorías, ya que personas de su entorno fomentaron la idea de que les habían robado la elección.
Según informaron desde el Comité, para esta semana se espera que se presenten pruebas que demuestran que el Presidente y algunos de sus asesores diseminaron desinformación sobre la elección y que presionaron al Departamento de Justicia, así como al entonces vice-presidente Mike Pence, para que rechacen la certificación de los votos del Colegio Electoral.
En última instancia, será Merrick Garland, fiscal general, quien decida si se puede y se debe investigar a Trump, no el Comité. Pero las pruebas que presente el Comité serán clave en esa decisión.
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