El presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó este domingo un decreto de seguridad de la información que pretende garantizar los sistemas informáticos rusos ante posibles ataques extranjeros pero que además otorga amplios poderes en este ámbito al Servicio Federal de Seguridad (SFS), la policía federal rusa.
El texto de la Ley con Medidas Adicionales para Garantizar la Seguridad de la Información en la Federación Rusa exige “dar acceso sin restricciones al SFS a las organizaciones o a los recursos de información que utilicen a través de Internet y de sus redes de telecomunicaciones”, según recoge la agencia de noticias rusa TASS.
Además, si el SFS o el Servicio Federal de Control Técnico y Exportación consideran necesario asumir medidas organizativas o técnicas, deberán aplicarse de forma inmediata.
Los responsables de las organizaciones tendrán “responsabilidad personal sobre la seguridad de la información” de estas entidades.
El texto legal prevé además la creación de unidades “estructurales” para garantizar la seguridad de la información y desde el 1 de enero de 2025 se prohíbe el uso de herramientas de protección de la información originarias de países “no amistosos”.
Para garantizar la seguridad se podrá “exclusivamente” a “organizaciones que tengan licencia para desempeñar estas actividades de protección técnica de la información confidencial”, es decir “exclusivamente organizaciones que estén acreditados por el Estado para detectar, evitar y eliminar las consecuencias de ataques informáticos”.
Por otra parte, el gobierno de Vladimir Putin convirtió una antigua fábrica de San Petersburgo en una denominada “granja de trolls” para difundir desinformación y atacar a los críticos del Kremlin, incluidos los líderes mundiales, según una investigación financiada por el gobierno británico revelada este domingo.
El sitio se utiliza supuestamente para “difundir mentiras” en las redes sociales y en las secciones de comentarios de sitios web populares, denunció el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido en un comunicado que detalla lo que llamó “una operación enfermiza”.
El ministerio, que compartirá la investigación con las plataformas de medios sociales, afirmó que descubrió que empleados pagados de la fábrica de trolls tenían como objetivo a políticos, así como a músicos y bandas, en países como Reino Unido, Sudáfrica e India.
Utilizan plataformas en línea para reclutar y coordinar a nuevos simpatizantes que luego se dirigen a los perfiles de las redes sociales de los críticos del Kremlin, enviándoles spam con comentarios que apoyan al presidente ruso Vladimir Putin y la guerra en Ucrania, añadió.
Los trolls han atacado las cuentas del primer ministro británico, Boris Johnson, y de otros ministros del Reino Unido, así como las de líderes mundiales como el canciller alemán, Olaf Scholz, y el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, según el ministerio.
(Con información de Europa Press)
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