- La misión de la fundación es crear un mundo en el que todas las personas tengan la oportunidad de llevar una vida sana y productiva. ¿Qué tan lejos está de lograr este objetivo?
- Lo que impulsa nuestro trabajo en los países a los que servimos es la creencia simple y convincente de que todas las vidas tienen el mismo valor, y que todo el mundo merece llevar una vida sana y productiva. Ningún niño debería morir de una enfermedad para la que tenemos la cura, ni debería irse a la cama con hambre y sin poder rendir al máximo por ser pobre.
Veo el vaso mucho más medio lleno de lo que sugiere la pregunta.
Desde principios de la década de 1960, hemos visto avances más rápidos en los indicadores esenciales de la salud humana que en toda la historia de la humanidad. La viruela fue erradicada, la poliomielitis está muy cerca de ese punto, las muertes por malaria son una fracción de lo que eran, e intervenciones sencillas como las vacunas y la terapia de rehidratación oral han evitado millones de muertes, sobre todo de niños. A pesar de que la pandemia de COVID-19 ha sido un enorme desafío, seguimos profundamente comprometidos con nuestra creencia, la visión compartida de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el fin de la pobreza extrema.
- ¿Qué programas había en el momento de la llegada de COVID-19?
- COVID-19 impactó en todos los aspectos de nuestro trabajo, y las consecuencias económicas de la pandemia han sido, en los países de bajos ingresos, a menudo tan devastadoras como sus impactos sanitarios. Nos ha preocupado mucho el impacto, a menudo dispar, del COVID-19 y sus consecuencias económicas en los grupos tradicionalmente marginados, en particular las mujeres, un punto que creo que Melinda French Gates ayudó a poner de manifiesto con fuerza durante el Foro de la Igualdad de la Generación en París.
Así que, en general, COVID-19 ha tenido un impacto en todo nuestro trabajo, y en el trabajo de nuestros beneficiarios y socios, que se han enfrentado a desafíos, pero han resistido ante una pandemia mundial. Sí, ha habido desafíos, pero afortunadamente no hemos tenido que suspender o detener ninguno de nuestros programas, incluso cuando hemos asumido una gran cantidad de trabajo para responder a la propia pandemia.
- ¿Hay nuevos programas que hayan surgido como resultado de COVID-19?
- Antes de COVID-19, la fundación había realizado algunos trabajos para ayudar a reforzar la preparación mundial contra posibles pandemias, especialmente tras el brote de ébola en África Occidental en 2014. COVID dejó claro que el mundo no estaba preparado.
Por ello, hemos incrementado nuestra atención sobre dónde podríamos contribuir a la preparación ante pandemias en el futuro, ya que todo el mundo ha visto la importancia de estar preparados para cuando surja el próximo patógeno.
Desde el COVID, la fundación ha destinado fondos a los esfuerzos de respuesta al COVID-19. Por ejemplo, algunos de nuestros fondos han apoyado ensayos clínicos a través del Acelerador Terapéutico COVID-19 o CEPI. Hemos comprometido fondos para apoyar la adquisición de la vacuna contra la COVID-19 a través del Compromiso Anticipado de Mercado (AMC) de Gavi.
- ¿La fundación pretende ampliar el número de beneficiarios o busca aprovechar el know-how de los existentes para hacerlos crecer?
- Como reflejo de nuestro compromiso con la diversidad, la equidad y la inclusión, y de nuestro deseo de desarrollar la capacidad de los socios, la fundación siempre está dispuesta a ampliar el abanico de sus beneficiarios. La pandemia no ha hecho más que subrayar la vitalidad y las capacidades de las organizaciones locales en las zonas geográficas en las que se centra. Distribuir nuestras subvenciones entre un conjunto más amplio de socios tiene sentido desde la perspectiva del impacto.
- Entre otras cosas, usted es responsable de las operaciones de las oficinas de la fundación en Europa. ¿Qué papel desempeñan estas oficinas y cuáles han sido los principales resultados?
- La fundación tiene oficinas en Londres y Berlín, así como algunos empleados en las principales capitales europeas. Consideramos esta presencia como una red de embajadores y el principal objetivo es mantener fuertes vínculos con los gobiernos y las organizaciones que colaboran con nosotros en programas de desarrollo en todo el mundo. Los acontecimientos políticos y normativos se mueven con gran rapidez y tienen un enorme impacto en los temas que nos preocupan profundamente, por lo que hemos visto el gran valor de tener una presencia local en países que son actores importantes en el desarrollo internacional.
Esta asociación en red ha sido muy importante en momentos clave de recaudación de fondos multilaterales, como la reposición del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, y más recientemente la respuesta coordinada internacionalmente a la pandemia del COVID-19 a través de organizaciones sanitarias mundiales como la OMS, el CEPI y Gavi.
- ¿Qué tipo de compromiso le gustaría a la fundación con las Naciones Unidas, y con qué propósito?
- La Fundación espera seguir desarrollando nuestra sólida relación con la ONU. Ya colaboramos con muchos organismos del sistema de desarrollo a través de las diversas estrategias de los programas de la fundación. También nos asociamos y apoyamos muchas iniciativas de la ONU, entre ellas la más reciente, el trabajo de la Agenda Común de la ONU. Esperamos poder aprovechar esto, junto con los líderes de la ONU y los Estados miembros, para impulsar una cooperación multilateral eficaz en el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
También estamos explorando nuevas alianzas destinadas a fortalecer aún más nuestro trabajo colectivo a nivel de país, y con la Oficina de Alianzas sobre cómo podemos abogar mejor por soluciones que aceleren el progreso hacia los ODS. El propósito de nuestra asociación es claro: la misión de la fundación de que todo el mundo tenga la oportunidad de vivir una vida saludable y productiva está totalmente alineada con la agenda 2030.